En las ruinas de un monasterio en Cisjordania, se encontró una inscripción cristiana de 1.500 años de antigüedad que contiene una sección del Salmo 86, conocido como la "Oración de David".

Arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén han descubierto una antigua inscripción cristiana del Salmo 86, durante unas excavaciones en la antigua fortaleza de Hyrkania, al sureste de Jerusalén.

El texto, escrito en griego bíblico, parafrasea parte del salmo e inserta el nombre de Jesucristo, informaron los medios israelíes. Según el informe, se trata de la única inscripción en griego koiné encontrada hasta ahora en una piedra.

En lugar del texto original en hebreo: “Escúchame, Señor, y respóndeme, porque soy pobre y necesitado”; la versión encontrada reza: “Jesucristo, protégeme, porque soy pobre y necesitado”. La inscripción se encontró en el lateral de una gran piedra.

La inscripción, de color rojo, está decorada con una cruz. El salmo, también conocido como “oración de David”, es uno de los más recitados en la liturgia cristiana.

Pequeños errores gramaticales en el Salmo 86

Avner Ecker, epigrafista de la Universidad de Bar-Ilan, describió la inscripción como un grafito. Dijo que un examen de la escritura indicaba que la inscripción se había colocado no más tarde de la primera mitad del siglo VI d.C. Pequeños errores gramaticales sugieren que el escriba, posiblemente un monje, era nativo semita.

Según los informes, se está investigando una segunda inscripción hallada en el yacimiento. También se halló un anillo de oro de tamaño infantil con la inscripción “Mashallah” (Dios lo quiso) en letra kufi, que los investigadores creen que data de la época de la dinastía omeya, en los siglos VII y VIII. Algunas partes de la inscripción están invertidas, lo que podría indicar que se utilizó como sello.

La fortaleza de Hyrkania, en árabe Khirbet el-Mird (Ruina de la Fortaleza), está situada a unos 17 kilómetros al sureste de Jerusalén, en la cima de una colina inaccesible del desierto de Judea.

Al parecer, fue construida en los siglos II o I a.C. por el gobernante asmoneo Juan Hircano o su hijo Alejandro Janneo. En las ruinas de Hyrkania, el monasterio de Kastellion fue fundado en 492 por el padre monje Sabas. Siguió usándose tras la conquista islámica de la zona en el siglo VII, pero probablemente fue abandonado a principios del siglo IX.

Las excavaciones actuales son las primeras que se realizan con fines científicos. Está previsto realizar más excavaciones a principios de 2024.