Un meteorito que dejó una estela de luz verde a su paso impactó en Alberta, Canadá, en 2021. Ahora, los expertos descubrieron su inesperado origen.

En febrero de 2021, el impacto de un meteorito en Alberta, Canadá, provocó un destello de luz verde en el cielo instantes antes de caer en el Parque Provincial Miquelon Lake. Ahora y tras varios meses de estudios, los expertos pudieron determinar su origen y algunas de sus propiedades.

Así lo detalla un estudio publicado el lunes en Nature Astronomy, donde los astrónomos proponen que este objeto podría cambiar o actualizar lo que ya conocemos sobre la formación del Sistema Solar.

El equipo de investigación, logró rastrear la trayectoria del meteorito hasta la Nube de Oort. Se trata de una zona de la Vía Láctea que se encuentra mucho más allá de la órbita de Plutón, un lugar que se considera “cuna” de asteroides y meteoritos cuyos fragmentos helados salen expulsados hacia el Sol.

El estudio puntualiza que estos impactos provenientes de la Nube de Oort son comunes, pero hasta ahora no se había visto un meteorito como este. Los científicos plantean que explotó en la atmósfera de una forma que indica que no estaba compuesto de amoníaco, metano y agua congelados, como lo están otros objetos que vienen desde allá.

El meteorito que cayó en Canadá era rocoso y no helado

El meteorito en cuestión era de roca, por lo que ahora se concluye que la comprensión de la Nube de Oort necesitaría ajustes y actualizaciones.

Y así mismo el Sistema Solar, puesto que la nube se ubica en los límites de este y se teoriza es el material que quedó de la formación de los planetas. De ahí se han originado cometas de periodo largo, como el Halley y otros cometas que cruzan también su órbita con planetas como Júpiter.

“Este descubrimiento respalda un modelo completamente diferente de la formación del Sistema Solar, que respalda la idea de qué cantidades significativas de material rocoso coexisten con objetos helados dentro de la Nube de Oort”, explica el físico Denis Vida en un comunicado de la Universidad de Alberta, Ontario en Canadá.

“Este resultado no se explica por los modelos de formación del Sistema Solar favorecidos actualmente. Es un cambio de juego completo”, asegura.

El meteorito, que fue localizado por Denis Vida y su equipo de investigación, medía 10 centímetros y pesaba 2 kilogramos. Sin embargo, tras su posterior estudio determinaron que sus características no coincidían con las de otros meteoritos de Oort que han impactado la zona.

Fue así como se consideró un “evento raro”, que además tenía trayectoria similar a la de cometas de periodo largo, como los que presenciamos cada cierto tiempo desde la Tierra.

“Queremos explicar cómo este meteoroide rocoso terminó tan lejos porque queremos entender nuestros propios orígenes. Cuanto mejor entendamos las condiciones en las que se formó el Sistema Solar, mejor entenderemos lo que fue necesario para generar vida”, concluye el experto.