La nave Starship de SpaceX, un cohete de pruebas que se espera que eventualmente transporte pasajeros a la Luna y Marte, explotó hoy al momento de su aterrizaje sin tripulantes a bordo.

La prueba se realizó en el condado de Cameron, en el estado de Texas, Estados Unidos, con un lanzamiento y un ascenso que fueron catalogados como “exitosos” desde la compañía de Elon Musk.

Cuando el cohete alcanzaba la posición vertical en su aterrizaje, este explotó inesperadamente apenas tomó contacto con el suelo.

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“Este vuelo suborbital está diseñado para probar una serie de objetivos, desde cómo funcionan los tres motores Raptor hasta las capacidades generales de aerodinámica del vehículo”, destallaron desde SpaceX.

“SN8 /nombre del modelo) también intentará realizar una maniobra de volteo de aterrizaje, que sería la primera vez para un vehículo de este tamaño”, agregaron antes del despegue.

El fundador de SpaceX, Elon Musk, se mostró optimista con los resultados del vuelo a pesar de la explosión.

“La presión del tanque del cabezal de combustible fue baja durante la quema de aterrizaje, lo que provocó que la velocidad de toma de contacto fuera alta… ¡Pero obtuvimos todos los datos que necesitábamos!”, escribió en Twitter. “¡Felicidades al equipo de SpaceX!”, agregó.

El SN8 es el último intento de SpaceX -luego del SN5 y SN6- por construir una nave reutilizable que pueda transportar pasajeros a la Luna y Marte.