Una estrella con forma de lágrima y que pulsa deliberadamente hacia uno de sus lados asombró al mundo científico tras décadas de búsqueda.

El hallazgo fue publicado en la revista Nature Astronomy, investigación que dio cuenta que este cuerpo celeste tiene 1,7 veces la masa del Sol, está ubicado en la Vía Láctea a 1.500 años luz de nuestro planeta y que fue su composición la que atrajo a los académicos.

“Lo que primero me llamó la atención fue el hecho que era una estrella químicamente peculiar”, dijo el doctor Simon Murphy, co autor de la indagación, quien es parte del Instituto de Astronomía de la Universidad de Sydney.

“Estrellas como esta son generalmente ricas en metales, pero esta no, lo que la hace un extraño tipo de estrella caliente”, agregó el especialista.

Por su parte, Don Kurtz, profesor de la Universidad de Lancashire Central en Inglaterra, confirmó que en el área ya se barajaba la existencia de este tipo de cuerpos, pero que es primera vez que efectivamente se da con uno.

“Teóricamente hemos sabido desde la década de 1980 que estrellas como esta debían existir”, señaló.

“He estado buscando una estrella como esta por cerca de 40 años y ahora finalmente encontramos una”, agregó Kurtz.

El mismo estudió concluyó que la razón detrás de la singular forma de esta estrella, bautizada como HD74423, es el tirón gravitacional de una enana roja cercana, el cual es lo suficientemente fuerte para deformar su superficie.

“La pista que guió a su descubrimiento vino de científicos amateur estudiando datos del satélite TESS de la NASA, que está ‘cazando’ planetas cercanos a estrellas distantes”, indicaron desde la casa de estudios australiana.

“El periodo de órbita de este sistema binario, menos de dos días, es tan corto que la estrella más grande se distorsiona en la forma de una lágrima por el tirón gravitacional de su compañía”, agregaron.

Desde el Centro Astronómico Nicolás Copérnico de Polonia, el profesor Gerald Handler precisó que la información recolectada por el satélite de la NASA ayudó a “observar variaciones en brillo debido a la distorsión gravitacional de la estrella, al mismo tiempo que las pulsaciones”.

“Esperamos encontrar muchas más (estrellas de este tipo) en la información de TESS”, sostuvo por su parte el profesor Saul Rappaport, otro co autor del estudio, quien trabaja en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.