La constitución de una fábrica conjunta entre GM y Honda dio sus primeros frutos este jueves, con la partida inicial de baterías de hidrógeno verde, un combustible renovable que podría revolucionar la industria automotriz industrial.

En una buena noticia para el medio ambiente, General Motors (GM) y Honda celebraron este jueves la producción conjunta de su primera partida de baterías de hidrógeno, con las cuales esperan dotar a “una serie de productos” de distinto tipo.

Se trata de una fábrica abierta en Michigan, EEUU, bajo el nombre de FCSM (Sistema de Fabricación de Celdas de Combustible), para el que ambas empresas dispusieron 83 millones de dólares como inversión, indicó el medio especializado The Verge.

El hidrógeno es uno de los combustibles más prometedores del mercado automotriz, considerando que su operación sólo emite vapor de agua, evitando los gases contaminantes de los combustibles fósiles. Por desgracia, la falta de una red de recarga ha impedido su adopción masiva por parte del mercado. Muestra de ello es que el Clarity, el único modelo de Honda que se desplazaba por hidrógeno, fue descontinuado en 2017.

Sin embargo los fabricantes llevaron la propuesta al mercado industrial, donde es más simple proveer estaciones de reabastecimiento. Esto convierte e las baterías de hidrógeno en una fuente ideal para vehículos o equipamiento en el área de la construcción, la minería o el transporte.

También resulta conveniente considerando que el hidrógeno debe comprimirse a alta presión, lo que redunda en celdas de mayor tamaño, un elemento que no significa una dificultad en el área industrial.

Cabe destacar que a fines de 2023, la administración del presidente de EEUU, Joe Biden, anunció un nuevo esquema de exención de impuestos para fuentes de combustible renovable, como una forma de dejar atrás la dependencia de combustibles fósiles.