Ha gastado el equivalente a casi cinco millones de pesos chilenos en procedimientos para parecerse, en lo posible, a una muñeca Bratz. Algunos de sus seguidores en Instagram la alientan a lograrlo y hasta le ofrecen dinero para sus objetivos de "belleza".

Andrea Ivanova es oriunda de Sofia, Bulgaria. Tiene 24 años y, según sus palabras: “Los labios más grandes del mundo”. No obstante, no hay detrás de esa frase un Récord Guinness que lo certifique. Lo hace a punta de confianza en sí misma.

Su próxima inyección labial la tiene orgullosa y contando su hazaña (al menos en su opinión), a medios como Daily Star. Mirror, en Reino Unido, también retomó su historia, ilustrada en fotografías que dan cuenta de lo convencida que está la joven búlgara de su proceder estético.

Para la navidad del 2021 serán 27 inyecciones las que Ivanova se habrá suministrado. Para esto ya ha gastado 5.000 euros (4.792.993 pesos) en los procedimientos, sólo en sus labios, y no ha escatimado en ir por más con la ayuda de sus seguidores en su cuenta de Instagram. Las muestras de apoyo llegan en algo más que comentarios.

“Muchos hombres de todo el mundo me escriben en mis redes sociales ofreciéndome dinero, viajes e invitándome a reuniones todo el tiempo”, confesó la joven.

Sus cambios desde el 2013, a la fecha, han sido tan destacados como sorprendentes.

Los cambios de Andrea Ivanova, en busca de parecer una muñeca Bratz.
Mirror

El objetivo: parecer una Bratz

Andrea Ivanova tiene mucho que recaudar entre planes de procedimientos. El próximo, sumado a la casi treintena de inyecciones en los labios, es más complejo.

Se trata de un operación de alargamiento y contorneado de la cara para alterar la forma de la barbilla y la línea de la mandíbula, lo que le cuesta alrededor de 500 mil pesos chilenos.

¿Cuál es el objetivo de Ivanova? Parecer una muñeca Bratz. Agrandar los pómulos forman parte de los cambios estéticos que pretende lograr.

Sus herramientas para obtener el ansiado financiamiento son sus redes sociales. En estas publica fotografías mostrando sus cambios estéticos. Si bien el número de seguidores no es abultado, sus 11.7k (seguidores) se muestran interesados en ser testigos de sus transformaciones.

“Tengo 25 inyecciones de ácido hialurónico en mis labios en este momento, no he calculado cuánto dinero he gastado en total, una inyección de ácido hialurónico aquí en Bulgaria cuesta 400 leva, (moneda de Bulgaria, y alrededor de 222 mil pesos chilenos por 1 inyección)”, indicó.

No tiene miedo de que sus labios “estallen” con cada aplicación de ácido hialurónico, el cual lleva desde 2018.

“Realmente me gustan los labios más voluminosos y grandes y realmente quería ver cómo se verían en mi cara y conseguir que me gustara mucho más con labios mucho más grandes”, aseguró.

En Instagram, los elogios no paran. Son directamente proporcionales a los planes de Andrea Ivanova de parecerse lo más posible a una Bratz.

“¿Cuándo los pondrás más?”, “Mis labios favoritos”, “Los mejores labios del mundo”, entre otros comentarios, dejan ver la forma en que algunos hombres están alentando a una joven a seguir engrosando esta parte de su cara.

Ella capitaliza, además, la atención de la prensa internacional y comparte los artículos en los que mencionan su aspecto.

Entre tanta atención, hay otras publicaciones que destacan a especialistas advirtiendo los riesgos que traen los excesos.

El portal de noticias español, abc.es, cita a Gema Pérez Sevilla, cirujana y experta en medicina estética facial, sobre los pro y contras de la aplicación de este supuesto inyectable de moda, para corregir arrugas en zonas como ojeras, labios, nariz y mejillas.

“Un ejemplo suelen ser pequeñas deformaciones que aparecen por tratar la zona con exceso de (ácido) hialurónico. En este caso, se inyecta una sustancia para deshacerlo”, expuso.

Con el tiempo, y el exceso de este principio activo, pueden aparecer nódulos tardíos que deben ser tratados para evitar el dolor e incomodidad que puedan causar y “que duelen a la palpación, están calientes y no desaparecen con el tiempo. Requieren un tratamiento específico con antibioterapia y corticoides”, advierte Pérez Sevilla.

Sin embargo y lejos, tanto geográfica como despreocupadamente de estas advertencias, Andrea Ivanova tiene claro lo que desea: “Siempre quise ser diferente, destacar entre la multitud y ser más excéntrica”.