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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Guns N\' Roses regresó a Chile con un show de tres horas y casi 30 canciones ante más de 40 mil fanáticos en el Parque Estadio Nacional, marcando su reencuentro en un tour que reactivó la colaboración de Axl Rose, Duff McKagan y Slash. El concierto, parte de la gira "Because what you want N\' what you get are two completely different things", superó las expectativas y dejó satisfechos a los asistentes con clásicos como "Welcome to the jungle" y "Sweet Child o\' Mine".

Tres horas de show y casi 30 canciones marcaron el regreso de Guns N’ Roses a Chile, que se materializó anoche ante más de 40 mil personas en el Parque Estadio Nacional, recinto predilecto de las productoras santiaguinas tras el año mundialista de la cancha de Ñuñoa.

La cita musical (que en cartelera coincidió con el inicio de la saga de Rauw Alejandro en Movistar Arena) significó el arribo a Chile del casi impronunciable tour “Because what you want N’ what you get are two completely different things”, que reactivó la sociedad que mantienen Axl Rose, Duff McKagan y Slash, tres de los fundadores del grupo.

Con un tramo latinoamericano que arrancó días atrás en Costa Rica, la autodenominada “banda más peligrosa del mundo” volvió a salir de gira con una presión no menor: superar los réditos del tour ‘We’re F’N’ Back! Tour’, que arribó a Chile en 2022 al Estadio Nacional tras postergaciones y que se convirtió en uno de los negocios más rentables de la industria rockera.

Guns N' Roses en Chile: La leyenda está gastada, pero todavía funciona
Guns N Roses

Y si bien sus últimas postales en la región habían sido opacas, caricaturizadas y estereotipadas por la voz desgastada de un ya veterano Axl Rose, el retorno capitalino de Guns subió notoriamente la vara e hizo justicia a su leyenda.

El acerino riff de Slash para “Welcome to the jungle” fue el saludo de bienvenida del conjunto, con un Axl de negro y con su insigne pelo cobrizo matizando el look. Y si bien no pudo replicar ninguna de las cumbres del “falsete” de antaño, en rigor esto no fue necesario: el ímpetu y los aullidos intentando alcanzar sus grabaciones — con cara morada mediante — fueron prenda de garantía de lo que vendría.

“Bad Obsession”, “Mr. Brownstone”, “Chinese Democracy”, “Better”, y las clásicas “It’s So Easy”, “Pretty Tied Up”, “Shadow of Your Love”, “Estranged”, “Live and Let Die” y “Yesterdays” hicieron rockear a una multitud que vio a Rose cambiar de atuendo en más de 5 ocasiones.

Una de las escenas más significativas ocurrió a la mitad del recital, cuando en homenaje a Ozzy Osbourne interpretaron ‘Sabbath Bloody Sabbath’, todo esto en un pasaje que terminó con el cantante pidiéndole al público corear en modo barra brava el nombre del inglés.

“You Could Be Mine”, para los ochenteros, y la reciente “Absurd” del 2021 fueron reflejo de una de las premisas del show: hits clásicos a cuentagotas y canciones “accesibles” para un Axl que se agiganta con el correr de las canciones, las loas y los vítores con su nombre.

Guns N' Roses en Chile: La leyenda está gastada, pero todavía funciona
Guns N Roses

Uno de los momentos altos de la noche vino con el binomio “Don’t Cry” y “Knockin’ on Heaven’s Door”, que sirvió de introducción para McKagan en la voz de “New Rose”.

Luego, fue “Civil War” y su tono operático la que motivó que los celulares se encendieran y se confirmara la sospecha: Guns N Roses es como esos autos antiguos que al principio andan a medias, pero que tras tomar ruta no alcanzan mayor velocidad, sino que provocan que esto importe menos.

Un momento “a solas” con Slash y su guitarra y un tramo final para “Sweet Child o’ Mine”, “November Rain”, “Street of Dreams”, “Madagascar”, “Nightrain” y “Paradise City”, sin regreso a escena, despidieron a los espectadores que atravesaron satisfechos las tres horas de recital.