En su primera novela, una suerte de policial político protagonizado por un periodista, Juan Pablo Sáez combina distintos hechos o guiños a hechos de la historia reciente del país, como un carismático militar Intendente de Santiago que hace sombra al Pinochet durante las históricas inundaciones de Santiago en los 80, el secuestro de un general por parte de un grupo revolucionario díscolo, la Universidad Arcis con algunos estudiantes anarquistas, una especie de “oficina” antiterrorista creada en democracia con exiliados retornados, una “mujer metralleta” y una empresa de radiotaxis vinculada a militares.

Ágil y entretenida, Operación Réquiem tiene el ritmo de una película policial, pero con muchos guiños a la historia reciente que nos mantienen atentos y conectados con lo concreto, tratando de dilucidar qué hay de real y qué de fantasía. Qué pudo ser y qué es exageración, exabrupto fantasioso.

Operación Réquiem se lee rápido, de manera fluida, conectando al lector con lugares reales, conocidos (como esas librerías de usados cerca de las Torres de Tajamar), integrando en el relato hechos como la “traición” de la recién recuperada “democracia” a grupos armados que lucharon contra la dictadura, la lógica profunda de la “familia militar” (tanto en sus lealtades como en cómo se perciben y definen como grupo y su vida personal familiar) y la subsistencia de una rebeldía armada agónica que no creyó en la alegría que la Concertación prometió. La combinación de estas miradas es novedosa, atractiva, al mostrar mundos tan diversos que, al menos en el libro, se encuentran, se relacionan, conviven.

Si algo puede dejar desconforme o con gusto a poco, es el final un tanto abrupto y que se escapa un tanto de “lo posible” en un país tan formal, tan “compuesto” como éste.

Operación Réquiem

Juan Pablo Sáez
Penguin Random House Grupo Editorial
Santiago de Chile, enero de 2018