J.J. está confundido. Debe leer la propuesta de nueva Constitución antes de ir a votar en unas horas más. Subraya en azul lo que le gusta, en verde lo que no entiende y en rojo aquello con lo que no está de acuerdo o le despierta sospechas. No ha terminado todavía el artículo 1. Pero sigue…
Artículo 1.
2. Se constituye como una república solidaria (verde). Su democracia es inclusiva y paritaria (verde). Reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad (azul), la igualdad sustantiva de los seres humanos (verde) y su relación indisolublecon la naturaleza.
No ha terminado el primer artículo y siente una leve angustia. Se va a la página 141 para percatarse que son 388 artículos, sin considerar los transitorios, que ya descartó.
Siente que puede naufragar. Que es una tarea mayor. Que sabe poco. Se ha mantenido al margen de discusiones, debates, columnas de opinión… Respira profundo, y sigue.
Artículo 3
Chile, en su diversidad geográfica, natural, histórica y cultural, forma un
territorio único e indivisible (azul).
Artículo 5
1. Chile reconoce la coexistencia de diversos pueblos y naciones en el marco de la unidad del Estado.
2. Son pueblos y naciones indígenas preexistentes los Mapuche, Aymara, Rapanui, Lickanantay, Quechua, Colla, Diaguita, Chango (verde), Kawésqar, Yagán, Selk’nam y otros que puedan ser reconocidos (rojo) en la forma que establezca la ley.
“¿Me están cambiando el país o no sé dónde vivo? ¿Con quiénes vivo? ¿De dónde salieron esos?”. Ahora, se acuerda de su madre. Y de cuando escuchó a su padre, furioso, gritarle: “Si no fuera por tus ojos azules, ¡serías india completa!”. India no, mapuche. Eso lo entendió después de años de burlas y agresiones. Cuando la pudo ver con cariño adulto.
J.J. avanza con la lectura a duras penas. Sólo su porfía lo hacen permanecer ahí, sentado en el excusado leyendo la propuesta de nueva Constitución. Mientras más lee, más conceptos se le van atravesando, atragantándolo, como diversidades y disidencias sexuales y de género, igualdad sustantiva, composición paritaria, entidades territoriales autónomas y territorios especiales, Estado plurilingüe, patrones socioculturales, neurodiversidad…
Las personas mayores “tienen derecho a envejecer con dignidad; a obtener prestaciones de seguridad social suficientes para una vida digna; a la accesibilidad al entorno físico, social, económico, cultural y digital; a la participación política y social; a una vida libre de maltrato por motivos de edad; a la autonomía e independencia y al pleno ejercicio de su capacidad jurídica con los apoyos y salvaguardias que correspondan”, lee en el punto 2 del Artículo 33.
Sería lindo, dice con un dejo de amargura y su trasero algo adormecido.
Recién ha terminado de leer el artículo 33, va en la página 18. Y ya no resiste. Se levanta, se limpia. Se sube los pantalones, se lava las manos. Toma los lápices, el librillo y, a paso lento, camina hacia la cocina. Sabe que ha sufrido una pequeña derrota. Que hay, en él, una metamorfosis. Y que algo, indefinible, tiene atravesado.
