El documental de Paola Castillo (74 m2, Genoveva) tiene la gran virtud de mostrar la intimidad de un lonko de Ercilla que, desde haber tenido posturas más radicales, ha decidido relacionarse con el gobierno.

Y evidenciar la postura asistencialista, manipuladora y avasalladora por parte del Estado de Chile, representado por sus autoridades políticas.

Frontera

Juan Carlos Curinao es lonko de su comunidad, en Ercilla. Uno de los territorios mapuche más complejos y conflictivos.

Después de haber luchado por la autonomía mapuche, estando cercano a las posturas más radicales, muta. Curinao ha decidido participar de los programas de apoyo del gobierno, dialogar y trabajar con las autoridades. Son los tiempos del segundo gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022).

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Las decisiones de Juan Carlos Curinao no sólo traen beneficios materiales para él y su comunidad. También se gana el repudio de sectores de mapuche que lo consideran un traidor a la causa.

Así, mientras obtienen pequeños adelantos, a las reuniones que convoca cada vez asisten menos personas. La tensión aumenta…

Juan Carlos Curinao
miradoc.cl

Desde la intimidad

Los mapuche son muy reservados de su privacidad, individual y familiar. (También conb algunas festividades, ritos,etc).

Paola Castillo hizo un gran trabajo para acercarse, explicar y convencer en relación a su proyecto de documental. Y ganarse la confianza del protagonista como de su familia.

El resultado es un documental que muestra de manera simple y directa la vida cotidiana del lonko y su familia. Una vida que implica cultivar, criar algunos animales, reuniones de la comunidad y con funcionarios y autoridades públicas, hacer pequeños ritos.

Pero debajo de esa cotidianidad aparentemente apacible, hay una tensión y un estrés permanente. Un estar alertas casi constante.

Autoridades

Frontera se plantea mostrar al lonko desde su cotidianidad. En ese sentido, en contadas ocasiones aparecen funcionarios públicos y autoridades del gobierno de turno. No se necesita más.

Esas pequeñas escenas muestran funcionarios y autoridades arrogantes. Asistencialistas hasta la caricatura. Un “ayudar” sin preguntar antes cuáles son las necesidades de los mapuche, de sus comunidades. Ofrecen unas suertes de “combos” mínimos, de acuerdo a lo que ellos piensan que necesitan. O lo que requieren para tener buenas fotos, aparecer en la prensa haciendo cosas. Sin importar su pertinencia.

Aportes de Frontera

Frontera aporta una mirada desde la intimidad de un lonko en una zona caliente. De un lonko sencillo, que busca honestamente mejorar la vida de todos.

Esa mirada aporta humanidad. Mostrar a un lonko como un campesino mapuche, que además lidera una comunidad. Lo muestra en sus fortalezas y debilidades. En sus convicciones, dudas e incertidumbres.

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Y muestra un Estado chileno que -más allá de las intensiones- se queda en la forma. En
Creer o querer creer que se está relacionando con unos “iguales” creados en la mente de algunos funcionarios. Incapaz de preguntar, de ver, de tratar de entender (ni siquiera a Juan Carlos Curinao, que busca trabajar con ellos, establecer puentes).

Las falencias de Frontera pueden ir por una falta de profundidad, haber sido más incisivo. Haber indagado en el entorno familiar. Y, algo subjetivo, exceso de imágenes de entorno, que sirven para situar, ambientar, pero que quitaron tiempo para más contenido.

En síntesis, Frontera es un documental necesario, un aporte para entender, desde lo íntimo, lo que está pasando en zonas mapuche. Aporta una mirada no radicalizada, desde una persona que quiere establecer puentes.

Más información en www.miradoc.cl