La muerte viene estilando, de Andrés Montero (Tony Ninguno, Taguada, Por qué contar cuentos en el s. XXI), es una novela corta que va entrelazando historias -que también funcionan como cuentos independientes- de mundos anacrónicos, fuera del tiempo, mezcla de pasados y presente, de fantasías y mitos.

Y como en sus otros libros, Andrés Montero relata con muy buena pluma, apela a culturas populares, a culturas orales (no en vano también es cuentacuentos) y a una sensibilidad con las cosas y las personas simples, con la sabiduría popular, que conmueven.

“Y a los amigos uno los tiene cerca porque le hacen bien, y las orejas siempre están abiertas para escucharlos, pero también lo están los ojos para verlos callar. Uno acompaña solamente. Uno acompaña.” (pp 119)

Alguien hastiado de su trabajo, monótono y sin sentido, en Santiago, sin pensarlo, le roba el auto a su jefe y se pierde hacia el sur sin destino preciso. Se desvía hacia la costa por un camino que pronto es de tierra hasta que se acaba la bencina y queda, en medio de la lluvia y de la nada… Ahí, en ese sin sentido, entra en una historia de otro tiempo, se transforma en otra persona.

Así empieza este perderse por mundos sin tiempos, o con los tiempos cambiados y confundidos, que llevan a lugares con otras rutinas, sentidos de vida y, en especial, con otras formas de vivir y de sabiduría.

“Sal y pimienta para las vidas pequeñas, para las tardes iguales, para los amaneceres grises.” (pp 113)

La muerte viene estilando atrapa poco a poco con sus misterios, intrigas, con sus personajes entrañables y formas de vivir que, aunque despreciadas en las grandes urbes y la “vida actual”, van cuestionando al lector, lo van provocando sutilmente.

“… cuando venga la muerte la podré mirar y preguntarle cuántos hijos tuvo ella, cuántas cucharadas de azúcar le puso a sus tecitos, cuántas veces vio una gaviota lanzarse en picada al mar y salir de vuelta hacia el cielo con un pescado. Y la muerte no me va a poder decir nada, porque la muerte es eso: la muerte. La muerte es la envidiosa de los que tuvimos una vida.” (pp 123)

Andrés Montero no sólo escribe y relata bien. Relata con el alma para rescatar lo popular, la poesía popular, a esos personajes populares que todavía habitan en las sombras de este país.

La muerte viene estilando, La Pollera Ediciones (c)

La muerte viene estilando

Andrés Montero
La Pollera Ediciones

Santiago, abril de 2021
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