¿Cómo modelan la cultura visual las movilizaciones colectivas?, ¿cuáles son las imágenes que habitan nuestra vida cotidiana y nuestra imaginación?, éstas y otras interrogantes fueron planteadas por la 15º versión del Festival Hors-Pistes, del prestigioso Centre Pompidou de París. La iniciativa, que se desarrolló desde el 24 de enero al 9 de febrero, reunió a filósofos, historiadores, escritores y cineastas en búsqueda de nuestra relación con las imágenes. ¿Cómo? A través de instalaciones que mezclaran imágenes y videos, atisbos del pasado e imágenes virtuales animadas.

Una de las participantes en esta versión del festival parisino fue Lorena Zilleruelo, artista chilena radicada en Francia desde 1993. Su obra interactiva “Elan et élégie” (Impetu y elegía) esta inspirada en la pintura “Il quarto stato” (1900) de Giuseppe Da Volpedo. Imagen que en Chile ha estado asociada a la Matanza de Santa Maria de Iquique.

Il quarto stato | Cedida
Il quarto stato | Cedida

La obra “Elan et élégie” es interactiva pues es el espectador/público quien activa la marcha, con su presencia frente a la imagen. “Mi idea es reflexionar acerca de nuestro compromiso frente a los que marchan, a los que se levantan. ¿Queremos comprometernos con ellos, con la lucha? ¿Los observamos solamente? Nosotros decidimos y somos capaces de hacer que una marcha se active”, señala la artista, quien creó esta obra el año 2009 en el Studio d’Art Contemporain Le Fresnoy, en Francia.

“Impetu y elegía es un cuadro interactivo que nos cuestiona sobre nuestras utopías, las que nacen a partir del alma herida por el dolor social. Las utopías son necesarias para la vida porque nos obligan a trabajar en la identidad colectiva, a renovarlas constantemente, a legitimarlas para no seguir reproduciendo la injusticia”, comenta Zilleruelo.

La elegía, según Deleuze, es una de las principales fuentes de la poesía, expresión de queja de aquél que, temporalmente o no, ya no tiene estatus social. La elegía es el arte de la queja, es una queja sin lamentos, pero con reivindicación.

“Para esta escena me inspiré en la pintura Il quarto Stato de Giuseppe da Volpedo, que fue realizada entre 1898 y 1901. La escena en esta pintura nos muestra a los trabajadores caminando, levantándose, demandando sus derechos. Hoy esa lucha de clases concierne no solo a los obreros, sino también a los empleados poco calificados, a los desempleados, a los trabajadores ilegales. Esta marcha es un acto de revuelta y emancipación cuyo propósito es mostrar la cara de personas que a menudo son anónimas“, comenta Lorena desde Francia.

El dispositivo

La imagen del cuadro se activa con la presencia del espectador frente a ella. De la misma manera como lo hace el sonido. Dos bandas musicales se alternan : un canon de contrabajo que superpone varias líneas melódicas de « La Semaine sanglante », que corresponde al episodio final de la Comuna de Paris, donde se llevó a cabo una masacre contra el pueblo y, un tarareo de una voz infantil de “Arbeitsloser Marsch”, correspondiente a La marcha de los cesantes de Mordechai Gebirtig, canción yiddish fundamental que hace referencia a la “Insurrección de Varsovia”.

Cedida
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“Cuando el espectador sale de este espacio, la imagen se congela y el sonido se apaga. Por lo tanto, tiene la opción de ser activo o pasivo frente a esta obra. Pasivo o activo frente a una masa obrera que se levanta, reivindicando sus derechos sociales”, señala la artista que concluyó hace un par de días su participación en Festival Hors-Pistes.