Como muchas actividades culturales, la realización del 23º Festival Internacional de Documentales de Santiago estuvo en duda.

Sin embrago, dando respuesta al momento que vive el país, sus organizadores han decidido realizarlo enfocado como un espacio de diálogo, y ajustando su programación, duración y horarios a las circunstancias. Y recurriendo a espacios que están funcionando.

Creemos en el rol político del documental y la potencia de la no ficción para detonar el pensamiento crítico. Así como las realizadoras y realizadores han salido a la calle para registrar colectivamente lo que está sucediendo en el país -evidenciando montajes, contraviniendo el cerco informativo al que generalmente nos someten los medios tradicionales-, FIDOCS ha decidido no suspender sus actividades, entendiendo su deber de reflexionar sobre lo real y visibilizar la multiplicidad de puntos de vista que hoy construyen nuestro relato histórico”, afirman en FIDOCS.

Fidocs
Fidocs.

“En este contexto de estallido social y violencia de estado, donde nuevamente se están violando de forma sistemática los derechos humanos en Chile, como Festival Internacional de Documentales de Santiago, surge la necesidad de abrir el festival como un espacio de diálogo. Una plataforma no sólo para exhibir películas, sino un lugar de encuentro y reflexión en torno al cine y su capacidad de leer y reescribir el presente”, plantean sus organizadores.

Esta versión de FIDOCS, impredecible dadas las circunstancias, tiene prevista la proyección de 23 documentales, la realización de conversatorios, visionados abiertos de la contingencia y actividades de la Escuela Fidocs.

Así, FIDOCS se realizará desde el 2 al 11 de diciembre, en el Cine Arte Normandie, MAVI (Museo de Artes Visuales, barrio Lastarria), Centro de Extensión del Instituto Nacional y el CCC (Centro de Cine y Creación).