Con 19 años de trayectoria el ciclo de conversatorio “Pensamiento Propio”, liderada por el entrevistador Cristián Warnken, llega a Antofagasta, presentado por Escondida/BHP.

Un espacio de conversación, reflexión y risas, a cargo del profesor de literatura, entrevistador y exconductor del programa La belleza de pensar, Cristian Warnken, reunió a más de cien personas en Antofagasta, en el nuevo ciclo de Pensamiento Propio llamado “¿Qué es el tiempo?”.

Dando inicio al dialogo con la introducción del poema de Eduardo Anguita “Venus en el pudridero”, el también comunicador presentó a su primer invitado el escritor y psiquiatra Ricardo Capponi, quienes analizaron el bestseller del psicoanalista “La felicidad sólida”. Tocando temáticas como la dificultad de las relaciones de pareja hoy en día, como se construye un encuentro sexual duradero en el tiempo y como ayuda enfrentar las emociones negativas para avanzar en la vida.

La actividad también se desarrolla en diferentes ciudades del país como Santiago, Antofagasta, San Pedro de Atacama y en versiones anteriores Iquique y Concepción, con invitados nacionales e internacionales de diversas disciplinas; científicos, humanistas, artistas, entre otros. El objetivo es darle un sentido más profundo a la conversación, así lo asegura Cristian.

Temáticas que generan interés en la comunidad, así lo demostraron los asistentes que repletaron el auditorio de la Universidad Santo Tomás donde se realizó el conversatorio. Una oportunidad única, para tener un mayor pensamiento crítico, para reflexionar sobre dos temáticas como lo es el tiempo y el amor, que muchas veces nos hacen falta replantearnos como sociedad y ponerlas sobre la mesa en estas instancias.

Elizabeth Cameron, especialista en comunidades de Escondida/BHP, comentó sobre la importancia de dialogar y tomarse el tiempo de escuchar.

El segundo invitado fue el poeta Erick Pohlhammer quien habló sobre la “Celebración al instante”, como abordamos la felicidad, y como afrontamos los problemas a pesar de las circuntancias.

El poeta además comentó que para él celebración no es una palabra, es un estado de conciencia celebratorio, donde como ser humano no se verbaliza celebrar, incluso puede parecer que estuviese aburrido, porque no hay señales aspavientos, pero el estado que experimenta el sujeto es tan armónico y exquisito, que solo queda decir “gracias”.