Los electores estadounidenses de cinco estados votaban el martes en las primarias presidenciales, con la demócrata Hillary Clinton en camino a dar un golpe de gracia a su oponente y el republicano Donald Trump confiado en contrarrestar una inusual alianza de sus rivales.

Matemáticamente será imposible para la exsecretaria de Estado y el magnate neoyorquino cruzar el martes el umbral necesario de delegados para obtener la investidura de sus partidos, a seis semanas del fin de las elecciones internas.

Pero el gran número de delegados en juego debería acercarlos a su meta.

Favorita en todas las contiendas, según los sondeos, Clinton podría dar un golpe fulminante a su rival, el senador Bernie Sanders, ampliando aún más su ya inalcanzable ventaja y quedar más cerca de la nominación demócrata, un paso monumental en su cruzada por convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos.

“Vamos a trabajar muy duro hasta que las urnas cierren”, dijo la exprimera dama el lunes en un foro de la cadena MSNBC en Filadelfia, la principal ciudad de Pensilvania.

La jornada empezó temprano en Connecticut, donde las mesas de votación se abrieron a las 06H00 (07H00 de Chile), seguidas una hora después por Delaware, Maryland, Rhode Island y Pennsylvania. Todos los centros de votación cerrarán a las 20H00 locales (21H00 de Chile).

La votación era fluida en Maryland. “Por ahora luce bien”, dijo Lucy Freeman, una directiva del capítulo demócrata local de 79 años, en un centro electoral en Chevy Chase, en los suburbios de Washington.

Freeman apoya a Sanders, pero cree que eventualmente se decantará por Clinton. “Ella va a ganar y la apoyaré en noviembre”, afirmó.

Una abrumadora victoria de Clinton dejaría contra las cuerdas a Sanders, el intempestivo orador que logró movilizar a las urnas a la juventud demócrata con su mensaje antisistema y anti Wall Street.

Con 1.241 delegados, Sanders sigue lejos de los 1.954 con que cuenta Clinton, según CNN. Se requieren 2.383 delegados para obtener la candidatura presidencial demócrata en la convención que tendrá lugar del 25 al 28 de julio en Filadelfia.

Pero el senador por Vermont no muestra señales de tirar la toalla y ha prometido luchar hasta el 7 de junio, cuando California distribuirá 576 delegados en sus primarias.

“No contemos los pollos antes de nacer”, dijo Sanders el martes en una entrevista con MSNBC.

“Decidiremos en la convención”

Favorito en los sondeos, Trump también se encamina a ampliar su fabulosa ventaja en la carrera por la nominación republicana, incluso a pesar de que sus rivales Ted Cruz y John Kasich tejieron una improvisada y ya deshilachada alianza para bloquearlo.

Kasich acordó no hacer campaña en Indiana, que vota el 3 de mayo, y Cruz devolverá el favor luego en Nuevo México y Oregon para tratar de quitarle triunfos a Trump en esos estados.

Pero horas después de la sorpresiva tregua, Kasich la minimizaba admitiendo que no está diciendo a sus seguidores que no voten por él en Indiana: “¿Cuál es el problema?”, apuntó.

La alianza, una tardía respuesta al llamado de la dirigencia del Partido Republicano a unir fuerzas contra Trump, es por demás desigual: Cruz, el ultraconservador joven senador que desafía al “cártel de Washington”, y Kasich, el experimentado gobernador de Ohio y exlegislador.

Con triunfos en los cinco estados, Trump obtendría un importante impulso en su intento por acercarse a los 1.237 delegados necesarios para declarar victoria absoluta en la convención republicana, del 18 al 21 de julio en Cleveland.

Para Cruz y Kasich, la única estrategia es detener a toda costa al magnate inmobiliario antes de ese umbral fatídico, con el fin e provocar un escenario no visto desde 1976: una convención “abierta”, en la cual los delegados deberán votar, tantas veces como sea necesario, hasta alcanzar una mayoría absoluta.

“No veo a Trump obteniendo los 1.237 delegados (…) así que probablemente decidiremos en la convención y espero que sea así porque no me gusta Donald Trump”, dijo a la AFP Preston Cooper, un elector republicano en Bethesda, Maryland.

Actualmente, Trump cuenta 846 delegados, según CNN.

El anuncio de la alianza desencadenó la furia de Trump, que acusó al dúo de rivales de montar una estrategia desesperada que describió como una “colusión” en su contra.

“Si uno colude en los negocios o en el mercado de acciones, te meten en la cárcel. Pero en política, porque es un sistema torcido y una empresa corrupta, te permiten hacerlo”, dijo Trump el lunes en Rhode Island.

No obstante, los republicanos justifican su alianza, señalando que la investidura de Trump garantizaría la elección en noviembre de Clinton. “Será un desastre para este país”, dijo Cruz el lunes.