Es muy común que los trastornos del sueño no son detectados por las personas que deben estar en vigilia, donde es importante mantenerse despierto y con todos los sentidos en alerta por la seguridad. Esto ocurre en los trabajos relacionados con transporte y minería, por ejemplo.

Durante el 2014 se registraron 249.815 trabajadores en faenas mineras, un aumento del 9% en comparación al 2013, según fuentes del Sernageomin. La Dra. María Victoria Cargioli, neuróloga de la Clínica Somno Medicina del Sueño, explica que “los trabajadores de la minería enfrentan a diario distintos riesgos y problemas de salud derivados de su trabajo; dentro de los problemas que suelen experimentar, son frecuentes los trastornos auditivos, exposición a compuestos tóxicos, trastornos musculares y del sueño”.

La prevalencia de trastornos del sueño en trabajadores de la minería es tres veces mayor que en la población general. Esto se debe al sistema de turnos y las condiciones ambientales a las que están sometidos. “Las dos principales consecuencias de los sistemas de turnos son el insomnio y la somnolencia excesiva. Estos trastornos probablemente son provocados porque a menudo los turnos se encuentran fuera de fase, y con frecuencia en directa oposición al ritmo circadiano endógeno, que es el reloj que todos tenemos dentro, el que nos dice que es la hora de dormir y de despertarnos”, explicó la neuróloga de la Clínica Somno.

Este ritmo circadiano está controlado por la exposición a la luz ambiental que lo regula las 24 horas del día, por lo que el sistema de turnos mineros desordena este ritmo circadiano. Esta desregulación del ritmo circadiano tiene las siguientes consecuencias: insomnio, somnolencia, menor calidad y cantidad de sueño, dolor de cabeza, fatigabilidad, síntomas gastrointestinales como úlceras y aumento de las patologías cardiovasculares.

Los trabajadores de la minería pueden tener, además, patologías del sueño no relacionadas con los turnos; como el síndrome de apneas del sueño, síndrome de piernas inquietas y narcolepsia. Las consecuencias mencionadas tienen impacto real en la calidad de vida de los trabajadores, ocasionar accidentes de trabajo y con frecuencia pueden disminuir su productividad. Por lo que es importante, antes de comenzar un trabajo de este tipo que al postulante se le realice una polisomnografía para descartar cualquier trastorno del sueño.

Para disminuir las consecuencias de la alteración del ritmo circadiano, los trabajadores deben realizar higiene del sueño que consiste en una serie de medidas que se toman antes de ir a dormir de manera a evitar el insomnio. Por ejemplo, evitar el consumo de bebidas estimulantes como el alcohol, café y coca cola al menos un par de horas antes de acostarse; acostarse todos los días a la misma hora; evitar las siestas; no realizar ejercicio antes de acostarse y dormir en una habitación cómoda, con temperatura adecuada y oscura.

Si requieres más información sobre este tema o los trastornos del sueño en niños y adultos puedes ingresar al sitio web del Centro Medicina del Sueño (www.medicinadelsueño.cl) y agendar una cita con un especialista.