Dos erupciones volcánicas seguidas a mediados del siglo VI ensombrecieron los cielos de Europa durante más de un año y podrían haber contribuido a un enfriamiento del clima, que coincidió con el periodo conocido como los Años Oscuros, afirma un estudio que será presentado el viernes en Viena.

Según Matthew Toohey, director del estudio realizado por el Instituto Oceanográfico alemán Geomar, con sede en Kiel, Alemania, cualquiera de las dos erupciones podría haber generado un enfriamiento significativo de la superficie de la Tierra.

Ambos eventos, ocurridos en los años 536 y 540, “fueron probablemente las erupciones volcánicas más potentes que afectaron el hemisferio norte al menos en los últimos 1.500 años”, dijo a la AFP durante una reunión de la Unión Europea de Geociencias.

Los efectos combinados de ambas hicieron bajar en dos grados la temperatura, lo que condujo al decenio más frío en dos milenios, agregó.

La baja luminosidad provocada por las partículas de sulfuro suspendidas en la estratosfera habrían tenido impactos devastadores sobre la agricultura, desencadenando hambrunas en Europa y en zonas adyacentes.

La primera plaga pandémica en el continente tuvo lugar un año después de la segunda erupción, aunque no se sabe si el invierno volcánico está relacionado con la expansión de la enfermedad, afirmaron Toohey y sus colegas en el estudio publicado en la revista Climatic Change.

Estos dos fenómenos coinciden con un pivot histórico entre el fin de la Antigüedad y el inicio de la Edad Media, un periodo que se conoce históricamente como los Años Oscuros.

El estudio tiene un enfoque novedoso, ya que combina las ciencias físicas con la arqueología y la historia, una labor de investigación interdisciplinaria que no suele utilizarse.

Procopio de Cesarea

Procopio de Cesarea

Muchos relatos históricos, como por ejemplo uno del historiador bizantino Procopio de Cesarea, que vivió en Roma, describen que una “nube misteriosa” cubrió los cielos en el año 536.

“El Sol emitió una luz sin brillo, como la de la Luna, durante todo el año”, escribió el sabio, que comparó el evento con un eclipse.

Declive de la civilización maya

Los registros históricos hacen mención de una hambruna devastadora en los años siguientes y de un colapso de varias estructuras sociales en Europa.

Agencia UNO

Agencia UNO

En China, los historiadores también registraron un fenómeno climático después del cual hubo pérdidas de las cosechas y hambruna.

Hasta hace relativamente poco, los científicos no habían logrado evidencias de que la disminución de la radiación solar se debiera a dos erupciones volcánicas, pero el análisis de las capas de hielo de los polos arrojó algunas claves.

Los hielos del Groenlandia y de la Antártida guardan encapsuladas partículas de la atmósfera.

Estas partículas, de las cuales hay trazos de sulfuro que datan del tiempo de las erupciones, delatan además que una de las erupciones fue en el hemisferio norte y la otra cerca de los trópicos.

Por coincidencia, otro equipo de científicos dirigidos por Kees Nooren de la Universidad de Utrecht, en Holanda, también presentaron en Viena un estudio que plantea que el volcán Chichonal en México registró una erupción en el año 540.

El fenómeno se produjo cuando la civilización Maya estaba en su cima y comenzó su declive.

Para Nooren, el análisis de las capas de ceniza coincide con las muestras de las capas de hielo.

Pese a todos estos elementos, Toohey no ha podido establecer la magnitud de ambas erupciones.

Las muestras sugieren que el año 536 fue el año más frío en al menos dos milenios y que fue seguido por la década más fría registrada en ese periodo.