Debieron pasar 10 años para que tres microempresarios curicanos que denunciaron ser estafados por la empresa EuroAmérica, recibieran una indemnización de parte de la firma.

La denuncia indicaba que a través de falsas operaciones o falsificación de firmas de los clientes, se efectuaron operaciones no autorizadas por los afectados. Se trata de Juan Campos Villaseca, Claudio Ramírez Ormazábal y Rolando Correa, quien murió esperando que los tribunales hicieran su trabajo.

Este miércoles el fiscal Juan Pablo Araya pidió la suspensión condicional de la causa porque el único imputado, el ejecutivo Alejandro Figueroa, quedó solo reformalizado por dos delitos: estafa y falsificación de firmas. La pena que arriesgaba era menor a tres años y sin cárcel efectiva.

La indemnización para Juan Campos Villaseca llegó a $30.000.000, mientras que en el caso de Claudio Ramírez Ormazábal y la viuda de Rolando Correa es de $15.000.000 para cada uno. El fiscal Juan Pablo Araya se mostró satisfecho con la resolución, pues el caso era de larga data.

“Es una causa bastante compleja y de una investigación bastante larga con muchas aristas y elementos que dificultaban acreditar ciertos hechos y acciones. La fiscalía Regional del Maule, con el apoyo de la unidad de Lavado de Dinero y Delitos Económicos de la fiscalía Nacional efectuó una última revisión de la carpeta investigativa y estableció una salida alternativa”, dijo el persecutor.

Sentimientos encontrados

El principal afectado de esta causa es Juan Campos Villaseca, quien perdió más de $120.000.000. Por eso, la salida alternativa lo dejó con un sabor amargo. “No estoy cien por ciento de acuerdo. Molesta que el ejecutivo no haya reconocido su culpabilidad de los hechos, teniendo tanta evidencia e investigación llevada a cabo durante tantos años. Además, que hay muchas otras víctimas que no se representaron para este juicio”.

Su abogado, Mario Schilling, presentó una demanda civil en contra de EuroAmérica que podría resolverse en un plazo de 2 años.

El legista señaló sentirse “satisfecho, por cuanto mi representado estuvo esperando por muchos años que se le indemnizara. Este es el comienzo, si bien no es una suma significativa, es un avance”.