El obispo auxiliar de Santiago, Galo Fernández, llamó a los católicos a vivir Semana Santa con austeridad recordando que la idea es vivir un tiempo de ayuno, reflexión y solidaridad.

No hay ninguna obligación de comer ni pescados ni mariscos, por el contrario, dado el comercio que se produce en estas fechas viene a ser una contradicción. Más bien a lo que invita la iglesia es a privarse de los alimentos más costosos y, en este caso, pareciera que también pescados y mariscos podrían entrar dentro de esta categoría”, señaló Fernández.

Junto con eso, el obispo auxiliar recordó que debemos compartir lo que “nos privemos con nuestros hermanos más pobres, con los que más lo necesitan”.

“Así como Jesucristo renunció a su propia vida para entregarla por nuestra salvación. La letra y el espíritu a veces se contraponen. La letra había señalado privarse, y había puesto como ejemplo las carnes rojas, pero en rigor, a lo que se invita es a renunciar a alimentos costosos y a compartir eso con los más necesitados“.