Un nuevo exoplaneta rocoso, que podría tener una atmósfera, fue descubierto a 127 años luz de la Tierra, según un estudio que publica este miércoles la revista científica británica Nature.

Bautizado GJ 1132b, se trata del exoplaneta aproximadamente del tamaño de la Tierra y el más cercano hasta ahora observado.

“Nuestra galaxia se extiende unos 100.000 años luz”, por lo que se lo puede considerar como un “vecino cercano del Sol”, afirmó en un comunicado Zachory Berta-Thompson, uno de los coautores del estudio, del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Estados Unidos.

Este exoplaneta, 1,2 veces más grande que la Tierra, orbita alrededor de una pequeña estrella. Los investigadores estimaron su masa en 1,6 veces la de nuestro planeta y, basándose en esos datos, deducen que GJ 1132b es rocoso, como la Tierra.

Pero las semejanzas terminan ahí, ya que estiman que la temperatura ronda los 226 grados Celsius. “El planeta es casi tan caliente como un bizcocho recién sacado del horno”, ejemplifica Zachory Berta-Thompson.

Representación de los tamaños relativos de la Tierra y el Sol, comparados con los de GJ 1132b y Gliese 1132. / Drake Deming/Nature

Representación de los tamaños relativos de la Tierra y el Sol, comparados con los de GJ 1132b y Gliese 1132. / Drake Deming/Nature

A raíz de su alta temperatura es improbable que haya agua en estado líquido en GJ 1132b lo que lo hace incompatible con la vida como nosotros la conocemos.

Pero los científicos estiman que esa temperatura permite la presencia de una atmósfera.

“Hace demasiado calor para que sea habitable, pero su temperatura es muy inferior a la de otros planetas rocosos que conocemos”, señala Berta-Thompson.

“La mayoría de los exoplanetas rocosos son bolas de fuego, demasiado calientes para tener una atmósfera”, explica.

Ahora los astrónomos esperan que la nueva generación de telescopios les permita determinar la composición de esa atmósfera.

https://youtu.be/MM7i4dC-7nk