A dos años de su inauguración y pese a la millonaria inversión que demandó la construcción del Memorial del 27F en Concepción la estructura permanece con sus columnas cerradas y sin ningún incentivo para los visitantes. Actualmente no hay ningún ente que oficialmente se encargue de la administración del Monumento.

El 23 de octubre de 2013, en medio de la polémica por su costo y el uso político que se daba a la ceremonia, el presidente Sebastián Piñera inauguró el Memorial del 27F.

Dos mil millones de pesos se invirtieron en las ocho columnas hexagonales de 23 metros emplazadas en el parque Costanera, monumental obra criticada por la falta de participación ciudadana en su diseño y la poca representatividad respecto a la tragedia.

El concepto principal era que su columnas en el interior contendrían el nombre de las víctimas y los desaparecidos, testimonios de los sobrevivientes y un poema de Violeta Parra sobre el terremoto del 60, todo para llevar a los visitantes a reflexionar sobre lo ocurrido. De eso han pasado dos años y hoy el Memorial dista mucho del objetivo de sus creadores.

Las columnas permanecen cerradas. De hecho solo se abrieron unas pocas semanas tras su inauguración. Actualmente están selladas y por entre las rejas se aprecia que nada de lo diseñado se concretó, excepto algunas placas pegadas en una de sus torres.

El municipio sólo se encarga de las áreas verdes y el Serviu invirtió 68 millones de pesos en instalar luminarias y reparar los daños causados por actos vandálicos, pero no hay un organismo destinado a administrar y mantener operativa al público esta estructura. Así lo confirmó la directora regional del Serviu, María Luz Gajardo.

Esto porque nunca se habría establecido o aclarado qué pasaba una vez que la estructura estuviese terminada. Por ahora las torres permanecerán cerradas, por seguridad, aunque se aseguró que existe la voluntad de habilitar en su totalidad el Memorial.

Por ahora, y mientras se logra generar este mecanismo de administración, más que un memorial a las víctimas parece un monumento al abandono y a las cosas que se hacen a medias … una millonaria obra en tierra de nadie.