Los accidentes domésticos o a gran escala ya son pan de cada día, y frente a situaciones un tanto complejas tendemos a reaccionar de forma apresurada siguiendo siempre técnicas un tanto antiguas que han sido traspasadas de generación en generación.

Y en este plano la mayor parte de la población se ha puesto un tapón de algodón en la nariz para cortar un sangrado. A pesar de tratarse de técnicas de primeros auxilios reconocidas, no son siempre la forma más adecuada de prestar ayuda en caso de alguna urgencia.

Razón por la que si te has visto en una de esas situaciones un tanto complejas, el medio de comunicación español El País, da un listado de los 7 errores más comunes que cometemos al prestar primeros auxilios.

1- Sacar al accidentado del auto de forma apresurada

En todo accidente de tránsito siempre existe un gran deseo por socorrer a las víctimas hasta que llegue la ambulancia. Sin embargo, la primera regla es no mover nunca a los heridos, salvo que haya una explosión o de caída de objetos, nunca hay que sacarlos del coche ni cambiarlos de lugar. Es lo que sostiene José Javier Varo, director del Servicio de Urgencias de la Clínica Universidad de Navarra.

La principal razón por la que se debe tomar esta medida es que puede que debido al accidente haya una lesión cervical. “Una fractura inestable de la columna cervical puede convertirse en una lesión medular si movilizamos a la víctima de forma apresurada”, advierte Varo.

En el caso que el accidentado sea un motorista, por ningún motivo se le debe intentar retirar el casco, salvo que tal elemento dificulte la respiración del herido y ponga en riesgo su vida.

La explicación de ello es proteger siempre la columna vertebral del afectado. Del mismo modo, si el accidentado está bocabajo, estrictamente se debe dejar en esa misma posición. Y si por casos de urgencias se debe sacar del lugar, la idea es hacerlo como si éste fuera un bloque, entre varias personas, evitando llevarlo en un auto particular.

2- Poner tapones en la nariz cuando esta sangra

Seguramente esta práctica es una de las más comunes que todos conocemos desde niños (si algunos advertían que con este método lo único que se conseguía era tragarse la sangre). Por eso, es hora de dejar de lado esos errores.

Al momento de una hemorragia nasal debes inclinarte levemente hacia adelante para que la sangre caiga hacia fuera y no vaya a la vía respiratoria. Indica el experto.

Del mismo modo, no se deben poner tapones en la nariz porque lo único que se consigue es retener la sangre, pero no acabar con la hemorragia producida. Si en un par de minutos no paras de sangrar, lo recomendable es ir al servicio público.

3- Provocar el vómito a un menor que se ha tragado un objeto pequeño

Si por un descuido el pequeño se traga una moneda no debes alarmarte de inmediato y generarle el vómito de forma instantánea, ello ya que este“es un objeto redondo, sin aristas y lo expulsará por las heces”. Todo lo contrario si llega a ingerir un objeto cortante, en ese caso se debe llevar al servicio asistencial más cercano pero jamás provocarle usted el vómito.

4- Soplar en el ojo para deshacerse de una mugre que molesta

Que entre una pequeña basura al ojo es de lo más común, y cuando eso pasa la primera reacción de la otra persona es soplar o con un pañuelo retirar esa molestia que está presente en tu retina.

Según el experto, tal comportamiento frente a este tipo de accidentes no es una buena idea, porque por tales prácticas podemos provocar erosiones en la córnea al afectado. Lo más adecuado es lavar el ojo (con suero fisiológico o agua) para que el líquido arrastre el objeto hasta que salga. Incluso llorar de manera profunda puede tener un efecto parecido al lavado que se ha detallado anteriormente.

5- Dar agua con azúcar ante una lipotimia (pérdida del conocimiento)

Cuando alguien se desmaya lo primero que hacemos es darle agua con azúcar como una forma de estabilizarlo, sin embargo, este recurso según el especialista aparte de inofensivo es tan ineficaz.

Lo que se debe hacer es acostar al afectado en el suelo y mantenerlo con las piernas elevadas hasta que pase el malestar. “Abanicar o dar agua con azúcar no mejora nada”, concluye el experto.

6- Comprimir el diafragma de alguien que está atragantado

Has visto que cuando alguien se atraganta y comienza a toser, inmediatamente le dan un par de golpecitos suaves en la espalda. Sin embargo, lo mejor es que la persona tosa más fuerte para que expulse aquello que lo atascó. Asimismo, el profesional afirma que en los atragantamientos, la situación más grave sucede cuando la vía área está completamente obstruida.

En aquel caso la persona no tose ni es capaz de respirar, se lleva las manos al cuello y su cara pasa del rojo al azulado. En tal situación se deben dar hasta cinco golpes en la espalda, entre los dos omoplatos. Si no se consigue que expulse el objeto, habrá que comprimir el estómago con la llamada maniobra de Heimlich.

7- Comprimir el estómago de un ahogado para que expulse el agua

Es algo que vemos de forma recurrente en la televisión en alguna cinta de la pantalla grande, pero pese a ello es algo que no debemos repetir “porque puede pasar parte del contenido del estómago a los pulmones, empeorando la situación”, dice Varo.

Ante un ahogamiento, lo correcto es seguir las directrices de la reanimación cardiopulmonar (RCP): mantener la vía aérea abierta, comprobar si respira y tiene pulso; si no lo hace, comenzar las maniobras de RCP 8. “Si el ahogado está inconsciente pero respira, se coloca de lado hasta que llegue el servicio de urgencia y lo atienda” aclara el médico.