Con el mar y la arena de Acapulco como testigos, 20 parejas gay se casaron este viernes en los primeros matrimonios igualitarios que se celebran en ese puerto vacacional mexicano luego que un fallo judicial invalidó las restricciones a las uniones homosexuales en todo el país.
En el matrimonio igualitario colectivo participaron 15 parejas de hombres y cinco de mujeres, acompañados de familiares o amigos en una ceremonia que reunió al caer el sol a unas 200 personas en la popular Playa Hornos.
Alejandra Jiménez Soler, vestida de lino claro, cabello suelto y un ramo de rosas en mano, es oriunda de Acapulco y fue de las más jóvenes contrayentes, con apenas 17 años de edad. Tenía más de un año de noviazgo con una empleada del sector hotelero.
Pese a su juventud, Jiménez sostiene que unirse en matrimonio es una decisión “responsable, madura y razonada”, pese a la oposición de su familia por su preferencia sexual.
“Es un gran paso. Es algo que siempre he querido desde muy pequeña, y quería formar una familia, pero se siente feo que mi familia no esté aquí apoyándome porque se supone que te deben de aceptar tal cual eres”, expresó la joven.
Bajo el lema “En Guerrero, amar es un derecho”, el matrimonio igualitario fue sellado con un brindis, la degustación de un pastel de boda y un beso entre los nuevos contrayentes, todo amenizado por la música de un grupo de mariachis.
El testigo de honor fue el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, promotor de esta ceremonia pública realizada con la oposición de algunos sectores políticos y de la Iglesia Católica.
Luego que el pasado 3 de junio la Suprema Corte emitió un fallo que obliga a los jueces a conceder un recurso de amparo a las parejas homosexuales que deseen casarse, lo que de facto legaliza el matrimonio igualitario, el gobierno de Guerrero instruyó al registro civil a dar cauce a las solicitudes de uniones homosexuales.
Sin embargo, la alcaldía de Acapulco buscó impedir estos matrimonios con el argumento de que primero era necesario modificar el código civil local.
Pero el registro civil continuó con los trámites, modificó las actas de matrimonio y sostuvo la validez de las uniones celebradas este viernes.
“Respetamos todas las creencias, porque somos incluyentes en el ámbito de los derechos civiles”, dijo Ortega durante la ceremonia.
Ciudad de México fue la primera jurisdicción en América Latina en contar con uniones legales de personas del mismo sexo tras aprobar en 2007 la llamada “sociedad de convivencia” y en 2010 el matrimonio.
Otros dos estados de los 31 que conforman México han modificado sus respectivos códigos civiles, pero se espera tras el fallo de la Suprema Corte que el matrimonio igualitario se legalice de manera paulatina en todo el país.