¿Realmente existen rasgos de personalidad que se relacionan con el orden de nacimiento? Aunque no es una regla que se cumple en todos los casos, algunos estudios han logrado establecer que ser el hijo mayor, del medio o menor tiene algunas consecuencias.

Los análisis de psicólogos y científicos han determinado no sólo el ADN, las relaciones sociales, acontecimientos de la vida y lazos emocionales influyen en la personalidad, sino que también el orden de nacimiento.

A continuación te contamos cuáles son esas características.

1. Primogénito

Se cree que los primogénitos son líderes naturales, ambiciosos y responsables. Lo que en parte es cierto porque por un tiempo no tienen competencia frente a sus padres. “Hay un beneficio de tener la atención todo el tiempo. Un estudio de 2007 realizado en Noruega mostró que los primogénitos tenían de 2 a 3 puntos más de coeficiente intelectual que sus hermanos”, indicó el doctor Frank J. Sulloway, autor del libro Born to Rebel a la cadena estadounidense CNN.

Además los primogénitos tienden a ser padres sustitutos cuando los padres no están, de ahí su carácter protector y responsable.

Por otro lado, otras investigaciones dicen que el hijo mayor pasa más tiempo con los padres. De hecho, se estima que los primogénitos están 3.000 horas más con sus progenitores entre los 4 y 13 años que sus hermanos, en el mismo periodo de tiempo.

En relación a esto, algunos creen que esta “atención extra” vuelve más fuertes y responsables a las personas, otorgando una mayor presión para tener éxito y hacer las cosas bien, situación que los padres tienden a aflojar en los niños posteriores.

Otros dicen que los primogénitos en promedio, ganan más dinero y logran mayores niveles de educación, esto explicaría por qué la mayoría de los ganadores del Premio Nobel fueron los primeros hijos de sus padres.

La desventaja de ser el primer hijo es que los padres pueden establecer altas expectativas para un primer (o único) hijo. “Cuando él siente que ha decepcionado a sus padres, puede virar en otra dirección”, señala el psicólogo Kevin Leman.

El hijo del medio

Se cree que el hermano del medio es muy sociable, pacificador y obsesionado con la equidad. La psicóloga Catherine Salmon, autora del libro The Secret Power of Middle Children (El poder secreto del hijo del medio), dice que los hijos del medio no tienen los derechos de los mayores ni los privilegios de los más pequeños y por lo mismo, se convierten en expertos en negociación y compromiso. Además, tienden a apoyarse en sus amigos, debido a que la atención de sus padres suele centrarse en el hijo mayor o el más joven, comenta la experta.

Salmon indica que cuando el hermano mayor no encaja en su rol, el del medio suele sustituirlo. “Donald Trump es un hermano del medio con un hermano primogénito que no encaja en su papel y Donald lo usurpó”, comenta la psicóloga.

Pero, ¿qué ocurre si hay varios hijos del medio? “Hay un principio de que cada niño trata de ser diferente del inmediatamente mayor. Así que si hay tres hermanos del medio, el primero y el tercero probablemente son un poco más similares entre sí”, asegura Catherine.

Otros aseguran que los hermanos del medio tienden a sentirse excluidos de los roles y privilegios especiales que tienen sus pares, y llegan a ser especialmente inteligentes emocionalmente, porque siempre supone un reto para ellos destacar y enfrentar las desavenencias de la gente que los rodea.

Algunas investigaciones sugieren también que los hermanos que nacen después del primogénito son más hábiles para ver las cosas desde puntos de vista distintos al de otras personas.

El pequeño

Se piensa que el hermano menor es de espíritu libre, tomador de riesgos y encantador. Esto es en parte cierto, porque los padres son menos cautelosos con ellos, debido a que ya comprobaron con sus hijos mayores que las cosas no son tan terribles como parecían. Probablemente, también los papás tienen más recursos que cuando comenzaron a formar familia.

“Los padres son más indulgentes con los niños más pequeños, tienden a estar menos orientado a las reglas, y sin embargo, aún así les dan una gran cantidad de atención”, comenta Salmon.

El hermano más joven generalmente no tiene tantas responsabilidades y posee más libertad para hacer las cosas a su manera.

Un estudio desarrollado por investigadores de UC Berkeley encontró que los hermanos menores son 1,5 veces más propensos a dedicarse a deportes más arriesgados y más agresivos. Además, otro sondeo determinó que los jugadores de béisbol que son hermanos menores tienen 10 veces más probabilidades de ser más exitosos en el bateo.

La desventaja es que los hermanos pequeños algunas veces sienten que no los toman en serio, asegura Linda Campbell, profesor de consejería y desarrollo humano en la Universidad de Georgia. Sin embargo, “pueden llegar a ser tan responsables, como el mayor o el del medio”.

Andrew Nourse (CC) Flickr

Andrew Nourse (CC) Flickr

¿No te sientes identificado con esto? Si es así te contamos algunos factores que podrían explicarlo

1. Temperamento

Nada afecta más el desarrollo de la personalidad que la genética. Aproximadamente, la mitad de tu personalidad es producto del temperamento con el que naciste, dice Sulloway. Por lo mismo, el orden en que naciste es sólo una pequeña parte.

2. Género

“El género es una influencia significativa en lo que respecta al papel en que te desarrollas dentro de la familia”, dice el psicólogo Alan E. Stewart. Por ejemplo, si el hermano mayor es hombre y tiene clara personalidad de primogénito, cuando llega una hermana niña, ella no tiene que preocuparse de forjar su propia identidad o vivir a la sombra de su hermano mayor, como sí probablemente lo haría otro niño. Ella ya es fundamentalmente diferente.

“Cuando los dos primeros hijos son de diferentes géneros, a menudo se comportan los dos como primogénitos”, dice Leman. De hecho, el segundo hijo incluso podría eclipsar el mayor.

3. Fisicalidad

La edad y el tamaño con frecuencia van de la mano, por lo que los niños más grandes pueden transformarse en “jefes” de los más jóvenes. Pero la dinámica puede cambiar si el hijo del medio es más robusto que el mayor, dice Leman.

4. Ser especial

Aunque en estricto rigor todos somos especiales, cuando un niño es un prodigio del violín o de la gimnasia olímpica, tiende a tener la atención y la presión de un primogénito, independientemente de su orden de nacimiento, dice Leman. Si eso ocurre, los otros se ajustan. Otras circunstancias también pueden alterar las familias, por ejemplo “un niño con una discapacidad que necesita un cuidado especial puede alterar la dinámica de hermanos”, dice Campbell.

Un abuelo que vive en el hogar también puede cambiar las cosas, si le da atención extra a uno de los niños.

5. Edad espaciada

“Cuanto más cerca son los intervalos de edad entre los hermanos, mayor competencia hay”, dice Stewart. Cuando los niños tienen uno o dos años de diferencia, sobre todo si son del mismo sexo, hay más conflictos, dice Salmon.

Pero cuando hay más espacio entre los hermanos, no sucede lo mismo. De hecho, muchos expertos coinciden en que cuando hay una diferencia de 5 o más años entre los niños, hay como una especie de “botón de reinicio”, y el nuevo niño también se siente “primogénito”. Y por otro lado, el que tenía el rol de hermano pequeño y que pasa a ser medio, es probable que siga comportándose como el “bebé”.

¿Qué pasa con los gemelos? En los gemelos las reglas no se aplican. “Los gemelos reciben un enfoque especial de los padres. Hay típicamente menos competencia entre gemelos idénticos. Los gemelos fraternos, sin embargo, se comportan más como otros hermanos”, dice Salmon.