Casi el 80% de las personas con enfermedades hepáticas no son diagnosticadas, indicó el sitio de salud para hombres Men’s Health,basándose en un estudio del Baylor College of Medicine. La enfermedad más común: Esteatohepatitis no alcohólica.
La EHNA (esteatohepatitis no alcohólica) es una inflamación del hígado que no es producida por el alcohol, pilar fundamental para desencadenar en una cirrosis hepática. Lo más grave de esta patología, es que la mayoría de los hombres mayores de 40 años que la padecen, desconocen sus síntomas y sus riesgos.
Alteraciones en los niveles arteriales, diabetes, obesidad y anormalidades en los niveles del colesterol, son algunos de los síntomas que se manifiestan al padecer esta enfermedad.
Causas: mala alimentación
Luego de descartar el consumo de alcohol como culpable de esta enfermedad (lo que no lo descarta de ser el mayor culpable de la mayoría de las enfermedades al hígado) se asocia la patología a una mala dieta alimenticia.
Según señaló el sitio de salud Higadogrado, su causa fundamental es la resistencia insulínica. Esto significa que el organismo no maneja apropiadamente el azúcar que se consume en la dieta. Lo anterior desencadena un exceso de azúcar en la sangre. Es entonces cuando el hígado acumula el exceso de azúcar en forma de grasa, pues esta es la forma que adquiere este órgano para almacenar energía cuando hay exceso de ella.
Enfermedad silenciosa
Pese a que es una enfermedad “silenciosa”, o sea, que es difícil de diagnosticar (la mayoría de las veces se encuentra gracias a otro tipo de exámenes) y que se puede expandir por años o décadas sin que el paciente no lo sepa, uno de los mayores síntomas manifestados es el dolor o malestar en el costado superior derecho del abdomen.
Luego de que es detectada, el afectado es derivado a un médico especialista (hepatólogo) quien modificará algunos hábitos para revertir la enfermedad. Aún así, estas mismas recomendaciones sirven para evitar padecer la patología.
- Pérdida de peso hasta adquirir uno saludable
- Evitar totalmente el consumo del alcohol
- Ejercicio diario o semanal
- Dieta balanceada (ojalá recomendada por un nutricionista)
- No consumir medicamentos sin orden médica
Aún así, aún no existe un tratamiento específico para esta enfermedad que puede desencadenar en algo más grave. Es por lo anterior que tanto el portal Men’s Health y el de medicina, llaman a realizarse exámenes hepáticos (bilirrubina, transaminasas [SGOT/SGPT, ALAT/ASAT] o GGT) o ecografías abdominales, destacando siempre la reducción de hábitos dañinos para la salud.