Como muchas niños han hecho alguna vez, Olivia McEvoy de 11 años quiso saltarse la clase de educación física de su colegio. Todo parecía estar a su favor, ya que el día estaba bastante frío para hacer ejercicio y esa sería la excusa que usaría con su mamá para que le hiciera un justificativo.

Samantha de 27 años y oriunda de Cheshire -Inglaterra-, accedió a la petición de su hija y le dijo que había escrito una comunicación tal como ella había solicitado, donde ledecía a su profesor que tenía una dolencia en la pierna por lo cual no podría participar en la clase. La menor se fue al colegio sin leer la nota y contenta por su pequeño engaño.

Tras entregar el justificativo a su maestro, éste la miró y la llevó a su oficina donde le dijo: “Hay cosas en la vida que no nos gustan, pero tenemos que hacerlas”. Olivia no entendió a que se refería hasta que el hombre le entregó el papel escrito por su madre.

“Estimado Señor Whittle: Olivia me pidió que le escribiera una nota para educación física. Aquí está… Olivia está en perfecto estado y bien para participar en su clase de educación física de hoy. ¡Sólo sufre un caso severo de bone-idle-itus! (algo así como flojeritis) Olivia se queja de que hace demasiado frío para participar. ¿Puedo sugerir un par de vueltas adicionales para que entre en calor? Por favor, devuelva la nota a Olivia después de que la lea. Saludos, Señora McEvoy”.

La sorpresa de la niña fue mayor al enterarse que su madre incluso había preparado su equipo de gimnasia y lo había enviado al colegio para que no tuviera excusa para eximirse de la clase, consigna el diario inglés Mirror.

“Cuando Wayne -padre de Olivia- la fue a buscar, su rostro era como el de un trueno. No le habló (…) Cuando llegó a la casa me dijo: ‘Mamá no sé por qué piensas que es chistoso’, lo que lo hizo más divertido aún”, explicó la madre al medio británico. “Desafortunadamente no tuvo que hacer las vueltas adicionales, pero ella realmente disfrutó y tuvo una buena clase de educación física. Aunque dejó de hablarme”, dijo.

La mujer señaló que decidieron darle un pequeño escarmiento a su hija, ya que siempre buscaba cualquier excusa para faltar a esta clase -a veces se hacía la enferma o dejaba las zapatillas en casa-. “Los profesores la conocían muy bien”, dijo y agregó. “No existe la posibilidad de que lo vuelva a hacer. Debe aprender que no puede escapar de las cosas que no le gusta hacer”.

Tras el hecho, los padres de la menor de edad subieron la foto de la comunicación y la historia a Facebook, para que los amigos de la niña lo vieran, pero la nunca pensaron que la imagen sería compartida en más de 3.000 ocasiones.

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