El gobierno de Estados Unidos ha creado un nuevo centro de inteligencia cibernético que integrará la información de amenazas a redes de computación consideradas clave, informó un alto funcionario.
La nueva entidad “será un un centro nacional de inteligencia contra las amenazas cibernéticas” que permitirá compartir información entre las distintas agencias estatales concernidas para que estas puedan actuar lo más rápido posible, anticipó el funcionario, que habló bajo condición de mantener el anonimato, poco antes del anuncio oficial.
Los detalles para el Centro de Integración de Amenazas a la Inteligencia Cibernética serán anunciados este martes por Lisa Mónaco, una asesora especial de seguridad nacional del presidente Barack Obama.
Su misión será similar a la del Centro Nacional Contra el Terrorismo: integrar información sobre amenazas cibernéticas extranjeras y asegurar que los centros gubernamentales de Estados Unidos responsables de la seguridad cibernética, tengan acceso a la inteligencia y herramientas necesarias para hacer frente a las amenazas.
El nuevo centro “reforzará nuestro estado de alerta, mejorará nuestros indicadores y unificará los esfuerzos en materia cibernética del gobierno de Estados Unidos”, explicó el alto funcionario.
La nueva entidad “asegurará que los indicadores de actividad maliciosa sean rebajados a los niveles más bajo posibles para reducir los lapsos en los flujos de información entre los centros de inteligencia, incluyendo a aquellos del sector privado”.
La administración Obama pone en marcha esta acción con el objetivo de mejorar el sistema de defensa cibernético luego del masivo ataque a Sony Pictures y otras infiltraciones que afectaron a miles de millones de estadounidenses.
Funcionarios de Estados Unidos han culpado a Corea del Norte por el sabotaje a Sony, y algunos analistas creen que otros ataques están ligados a China o a Rusia.
Obama ha lanzado un nuevo esfuerzo para persuadir al Congreso para que apruebe una legislación que aliente una mejor cooperación entre el gobierno y el sector privado, un esfuerzo estancado desde su primera propuesta en 2011.
Esfuerzos anteriores por fortalecer la legislación sobre seguridad cibernética quedaron truncos por la acción de grupos civiles que temían una presencia gubernamental demasiado fuerte, y grupos conservadores que temían que degenerara en un mayor aparato burocrático.