El ejercicio siempre ha sido recomendado para la prevención de enfermedades cardiovasculares, además de ser parte fundamental de un estilo de vida saludable.

Sin embargo, en ciertas situaciones es muy recomendable saber nuestro estado de salud antes de comenzar a ejercitarse.

Un test de esfuerzo sirve para diagnosticar la presencia de la enfermedad coronaria, valorar el pronóstico de la cardiopatía coronaria ya conocida y también para determinar el estado de salud de cualquier individuo, independiente de su edad, género o estado de salud.

“El test de esfuerzo o ergometría, es un examen sencillo y no invasivo que evalúa la respuesta del corazón a un ejercicio físico progresivo. Se monitoriza mediante un electrocardiograma continuo (ECG) mientras se realiza el ejercicio. Normalmente, el test consta de una caminata sobre una cinta (treadmill) o sobre una bicicleta estática. Los parámetros evaluados durante el examen son: isquemia miocárdica, comportamiento de la presión arterial frente al esfuerzo físico, presencia de arritmias, capacidad física, aparición de angina u otros síntomas asociados al esfuerzo físico, entre otros”, explicó la doctora Mónica Acevedo, cardióloga, junto a la enfermera Alejandra Salazar, ambas de la Red de Salud UC CHRISTUS.

Algunas razones que debe tener en cuenta para realizarse un test de esfuerzo:

1. Quienes padecen diabetes: Esta enfermedad presenta por sí misma, un riesgo cardiovascular alto, equivalente al de una persona que ya ha presentado un infarto antes.

2. Quienes tienen hipertensión: Es importante determinar si el ejercicio físico produce aumentos significativos en la presión arterial. Por ello, el test de esfuerzo es esencial para determinar si está apto para realizar ejercicio y a qué intensidad.

3. Personas NO hipertensas, pero con antecedentes familiares de hipertensión arterial: El test de esfuerzo puede detectar signos de esta condición durante el ejercicio.

4. Personas sedentarias: Un test de esfuerzo será útil para conocer su capacidad física actual, y sobre la base de los resultados, comenzar un programa de ejercicio con una intensidad adecuada y segura, determinada por un profesional.

5. Deportistas: Con un test de esfuerzo se podrá determinar la capacidad física máxima, lo que servirá para planificar su nivel de entrenamiento en forma segura y acorde al rendimiento que se desea alcanzar.

6. Fumadores: Este es, por sí solo, un factor de riesgo cardiovascular. Porque acelera la ateroesclerosis o la formación de placas de colesterol en las arterias. El test de esfuerzo es útil en este caso para determinar si se ha afectado en algún grado sus arterias coronarias cuando aumenta la exigencia física.

7. Personas que ya tuvieron un evento coronario: Se requiere un test de esfuerzo para ingresar a un programa de rehabilitación cardiovascular, en que de acuerdo a la capacidad demostrada en el test, se realiza un plan de ejercicios.

8. Personas con colesterol alto, o antecedente familiar de cardiopatía coronaria (infarto agudo al miocardio, by pass coronario, angioplastia coronaria, entre otros). Un test de esfuerzo sirve para determinar si hay algún grado de obstrucción de riesgo en sus arterias coronarias cuando hay mayor exigencia física, lo cual debe ser evaluado con médico.

9. Personas que necesitan detectar arritmias (cambios en el ritmo cardíaco): Estas alteraciones se pueden detectar durante el ejercicio, porque no son evidentes en estado de reposo.

10. Personas que han presentado dolor torácico: El test de esfuerzo permite reproducir la angina de una forma controlada y segura para poder diagnosticarla.