El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió el sábado en Konya (centro) construir una “nueva Turquía” si gana las elecciones presidenciales del domingo, como prevén todos los sondeos.

“Si Dios quiere, mañana nacerá una nueva Turquía”, declaró Erdogan ante decenas de miles de partidarios suyos reunidos para su último acto electoral. “Llegó (…) la hora del final de la vieja Turquía”, agregó.

Erdogan, que se jacta del crecimiento de la economía y de haber terminado con el poder de los militares, disputará el domingo la presidencia a Ekmeleddin Ihsanoglu, un profesor experto en el islam.

El primer ministro saliente quiere una presidencia con todos los poderes.

“Actualmente, la democracia se enfrenta a otro problema: la acumulación de todos los poderes en una sola mano, por un lado, y la desaparición del principio de separación de poderes”, advirtió Ihsanoglu.

Recep Tayyip Erdogan terminó su campaña el sábado, un día antes de las elecciones que deberían confirmar su permanencia en el poder que ya lleva once años. Serán las primeras elecciones con sufragio universal directo.

Ante varias decenas de miles de leales reunidos en su bastión de Konya (centro), el hombre fuerte del país, de 60 años, no parece dudar de su victoria frente a sus dos rivales de la oposición, desde la primera vuelta.

“Ustedes eligieron al Partido del pueblo el 3 de noviembre (2002) y, si Dios quiere, van a elegir al presidente del pueblo mañana”, agregó el jefe de gobierno en referencia a su Partido de la Justicia y del desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.

“La hora del fin de la Vieja Turquía y sus políticas partidarias (…) ya sonó. Las políticas fundadas sobre el origen étnico y el estilo de vida ya terminaron”, insistió Erdogan, quien se autoproclamó “candidato del pueblo” y prometió ser el presidente “de los 77 millones de Turcos” y luchar contra “todas las discriminaciones”.

Erdogan se opone a un candidato común de los dos principales partidos de oposición, Ekmeleddin Ihsanoglu, profesor de historia de 70 años y ex jefe de la Organización de la cooperación islámica (OCI), y a un abogado de 41 años, Selahattin Demirtas, de la minoría kurda del país, seleccionado por el Partido democrático popular (HDP).

La última encuesta publicada esta semana por el instituto privado Konda da a Erdogan el 57% de las intenciones de voto, frente a 34% para Ihsanoglu, que representa al Partido Republicano del Pueblo (CHP, social-demócrata) y al Partido de acción nacionalista (MHP, nacionalista de derecha), y 9% para Demirtas.

El jefe de Estado dominó al campaña electoral con su carisma y su poder financiero, lo que le hizo posible inundar el país y de anuncios publicitarios a su gloria.

Uno de sus responsables de campaña, Erol Olcak, confió esta semana a la cadena de información CNN-Türk que reunió el 7 de agosto más de 42 millones de libras turcas (cerca de 15 millones de euros) para la campaña de Erdogan. Olcak agregó que rivales solo reunieron 2,1 millones (menos de 700.000 euros) en el caso de Ihsanoglu y 1 millón (más de 300.000 euros) en el de Demirtas.

La Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), que envió una misión de vigilancia de las elecciones, denunció por su parte la ausencia de “separación clara entre las actividades gubernamentales y electorales” en el campo del poder.

Los 53 millones de electores turcos son llamados a las urnas el domingo de 05:00 a 14:00 horas, para un veredicto esperado en la noche.