La tregua entre pandillas vigente por dos años en El Salvador entró en una etapa de estancamiento, agravada por un repunte de homicidios. Por lo anterior, varias iglesias buscarán relanzar el proceso, señaló uno de los mediadores este miércoles.

El pacto entre pandillas que se inició el 9 de marzo de 2012, vive “un momento de estancamiento e incertidumbre”, por la falta de apoyo del ministerio de Justicia y Seguridad Pública, aseguró a la AFP el excomandante guerrillero Raúl Mijango, quien adelantó que se pretende reflotarlo.

“Lo que buscamos es un gran diálogo nacional en el que cada quien asuma su rol y su responsabilidad porque de lo que se trata es de resolver el problema”, resumió Mijango.

Tanto Mijango como el vicario castrense, Fabio Colindres, figuran como los facilitadores de este proceso, que es observado por la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Estamos profundamente preocupados. La falta de comunicación entre las pandillas y las prácticas de mano dura desde las autoridades hacia las pandillas ha desencadenado un nivel de violencia que marca el deterioro del proceso”, destacó Mijango.

Para el mediador, la ruta de violencia en la que se entró en los últimos meses “en lo absoluto le conviene al país”.

En ese sentido, adelantó que después de la Semana Santa la denominada “Iniciativa Pastoral por la Vida y por la Paz”, impulsada por diferentes iglesias, presentarán una propuesta de relanzamiento del proceso para que las tomen en cuenta las nuevas autoridades que se instalarán el 1 de junio próximo con el presidente Salvador Sánchez Cerén.

Mijango explicó que para revertir el clima de violencia el relanzamiento contemplará tres mecanismos de diálogo: uno entre las pandilas, otro entre pandillas y la sociedad civil, y un tercero entre la sociedad civil y el Estado.