Un minisubmarino robotizado volverá este martes a los fondos del océano Índico en busca de los restos del Boeing 777 de Malaysia Airlines desaparecido el 8 de marzo, tras una primera operación abortada tras alcanzar el aparato su límite de profundidad.

El sumergible autónomo”Bluefin-21″, equipado con un sonar, fue desplegado la noche del lunes por el buque australiano “Ocean Shield”, que dirige las operaciones de búsqueda del vuelo MH370 con 239 personas a bordo.

“Al cabo de unas seis horas de misión, ‘Bluefin-21′ alcanzó su límite de profundidad (4.500 metros) y subió a la superficie”, indicó el Centro Conjunto de Coordinación de las Agencias (JACC), encargado de organizar las operaciones.

“Las informaciones recabadas durante esas horas de búsqueda se están recuperando y analizando”, precisó.

Una segunda misión debería seguir este mismo martes si las condiciones meteorológicas lo permiten, indicó el JACC. El “Bluefin-21″ debía realizar una misión de 16 horas.

Cuando el vehículo llega al límite de sus capacidades operacionales, vuelve a la superficie automáticamente, explicó Mark Matthews, capitán de la Marina estadounidense, que participa en las operaciones de búsqueda junto con varios países.

MODIFICAR LA TRAYECTORIA

“En esta operación, el vehículo está programado para desplazarse a 30 metros por encima de la superficie del suelo marino con el fin de dar una idea de conjunto de lo que tiene debajo”, añadió en CNN.

Los mapas indican que la profundidad en la zona de la búsqueda se sitúa entre 4.200 y 4.400 metros, precisó el capitán. Pero el aparato “bajó a 4.500 metros y una vez a esa profundidad, la máxima para la que está programado, subió a la superficie”.

Los equipos van a revisar su programa en función de la profundidad encontrada en esta primera misión, que transcurrió en un punto de la zona de inspección.

Van a modificar “un poquito” la trayectoria del “Bluefin-21″ “fuera de ese lugar de gran profundidad”, añadió Mark Matthews.

La zona de búsqueda fue delimitada en función de las señales detectadas hace unos diez días, compatibles con las emitidas por cajas negras de un avión: la zona en cuestión cubre unos 40 km cuadrados y se sitúa a 2.312 km al noroeste de Perth, la gran ciudad del litoral occidental de Australia.

El “Bluefin-21″ tiene forma de torpedo, está equipado con un sónar de barrido lateral y mide 4,93 metros.

Australia anunció el lunes el final de las operaciones de detección de señales que podían provenir de las balizas de las cajas negras, tras seis de silencio, señal según los investigadores de que las balizas han dejado de funcionar.

La vida teórica de dichas balizas es de unos 30 días y el avión desapareció hace casi 40 días.