China anunció una serie de medidas de estímulo económico, que incluyen exenciones impositivas para las pequeñas empresas y ayudas a los barrios urbanos más desfavorecidos.

El Consejo de Estado, el ejecutivo chino, anunció las medidas el miércoles tras una reunión presidida por el primer ministro Li Keqiang.

Li dijo recientemente que el objetivo de crecimiento de la economía china para este año se sitúa “en torno” al 7,5%, el mismo nivel que el pasado año.

El Producto Interno Bruto (PIB) creció un 7,7% en 2013, igual que en 2012, el menor desde 1999.

“El Consejo de Estado está respondiendo a la desaceleración económica con exenciones impositivas para las PYMES (pequeñas y medianas empresas), acelerando las inversiones en las líneas de ferrocarriles y reconstruyendo los suburbios”, dijeron los economistas del banco HSBC Qu Hongbin y Sun Junwei en un informe el jueves.

“En esta ocasión, el paquete es pequeño en escala, pero está más focalizado e incluye reformas sobre financiación para garantizar los fondos”, dijeron.

“Esto debería ayudar a China a crecer con suavidad sin exacerbar los riesgos de inestabilidad financiera”.

La exención de impuestos para “pequeñas y micro” empresas se extenderá hasta el final de 2016, anunció el ejecutivo en un comunicado colgado en la página del gobierno.

También anunció que este año estarán operativos otros 6.600 kilómetros de nuevas líneas de tren, 1.000 kilómetros más que en 2013.

El plan también prevé la creación de un fondo para ferrocarriles que recibirá entre 200.000 y 300.000 millones de yuanes (32.000-48.000 millones de dólares) cada año, según el comunicado.

En cambio, no se habla de medidas de política económica, como la reducción de las reservas obligatorias de los bancos, un recorte de los tipos de interés o medidas para incentivar los créditos bancarios.

Los inversores no parecen demasiado impactados por estas medidas pues la Bolsa de Shanghai bajaba 0,15%.

La agencia estatal Xinhua aseguró que algunos participantes en la reunión anunciaron que el gobierno anunciará este año otras medidas de estímulo para empresas, reactivar el consumo interno y favorecer el empleo.

Las autoridades chinas quieren transformar el actual modelo económico basado en una excesiva dependencia de la inversión, a menudo inútil, y fortalecer la demanda privada para garantizar un desarrollo sostenible.

“Estas medidas demuestran que el gobierno del primer ministro Li pretende estabilizar a corto plazo el crecimiento con políticas que fortalezcan la eficiencia y se eviten problemas financieros futuros”, explicaron los economistas del Bank of America Merrill Lynch Lu Ting y Sylvia Sheng el miércoles.

Desde que se convirtió en presidente del Partido Comunista en noviembre de 2012 y en el presidente de la segunda economía mundial en marzo del pasado año, Xi Jinping está promoviendo una campaña de austeridad entre los altos cargos y ha declarado la guerra a la corrupción que le ha costado el puesto a muchos y a otros, sentarse en el banquillo de la justicia.