El movimiento chiita Hezbolá amenazó este miércoles con vengarse después del primer ataque de Israel contra una de sus bases desde la guerra de 2006, lo que podría sumir la región en una nueva espiral.
Tras haber desmentido inicialmente el ataque cometido por la aviación israelí el lunes por la noche contra una posición en el este de Líbano, el poderoso partido armado lo confirmó y amenazó con tomar represalias contra el que es su enemigo desde hace más de 30 años.
“El lunes por la noche (…), los aviones del enemigo israelí bombardearon una posición del Hezbolá en la frontera siro-libanesa, cerca de la región de Janta en la Bekaa”, en el este de Líbano, anunció el movimiento confirmando así por primera vez haber sido blanco del ataque.
“Gracias a Dios esta agresión no ha causado mártires o heridos, sólo destrozos”, añadió en un comunicado.
El Hezbolá, creado en 1982 por los guardianes de la revolución iraníes y principal artífice del final de la ocupación israelí del sur del país en 2000, ha desmentido que el ataque tuviera como blanco “posiciones de artillería y misiles o la muerte de combatientes (del partido) como han publicado algunos medios”.
Hezbolá se define como un “partido de resistencia” contra Israel y es el único movimiento político que conservó su arsenal cuando las milicias fueron desarmadas tras la guerra civil de 1990. Posee bases en sus feudos del sur, en la meseta de la Bekaa (este) y en los suburbios de Beirut.
En abril de 2013 reconoció tener a cientos de combatientes alistados en Siria para luchar junto al ejército del presidente Bashar al Asad contra los rebeldes que quieren derrocar el régimen.
El lunes, una fuente de seguridad afirmó a la AFP que dos ataques apuntaron a un “blanco” del Hezbolá en la frontera siro-libanesa.
-”Agresión flagrante”-
“Este nuevo ataque es una agresión flagrante contra Líbano, su soberanía y su territorio”, estimó el Hezbolá.
Esto “no se quedará sin respuesta de la resistencia, que elegirá el momento oportuno, el lugar adecuado y la forma apropiada para responder”, amenazó.
Inicialmente el movimiento armado había dicho que “no hubo ningún ataque israelí en territorio libanés”.
Pero varios habitantes de la localidad libanesa de Nabi Chit, cerca de la frontera, afirmaron a la AFP haber visto luces de bengalas antes de los ataques, que hicieron temblar sus casas y apuntaron a bases del Hezbolá en las colinas que señorean la localidad.
Es el primer ataque israelí en Líbano contra el Hezbolá desde la guerra de 2006 entre el Estado hebreo y el movimiento chiita. Israel advirtió en varias ocasiones de que no permitiría que Siria suministre armamento sofisticado al Hezbolá.
El martes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Israel hace “todo lo necesario” para defenderse en respuesta a una pregunta sobre este ataque. Pero “no decimos lo que hacemos o dejamos de hacer”, añadió.
El profesor de sociología Wadah Charara recuerda que “la regla de juego entre el Hezbolá e Israel excluía hasta ahora ataques en el interior de Líbano, y (los permite) únicamente en Siria”.
Este experto estima que “Israel puede atacar Hezbolá en Líbano porque sabe que no habrá reacciones de la comunidad nacional”, ya que su participación en la guerra en Siria ha suscitado controversia, sobre todo entre la comunidad sunita, simpatizante con los rebeldes, y buena parte de los cristianos.