La guerrilla comunista de las FARC propuso el lunes en La Habana al gobierno colombiano “la regulación gradual y diferenciada” del consumo de drogas sicoactivas y su “despenalización”, como parte de “ocho propuestas mínimas” para combatir ese flagelo en Colombia.
“La política pública se fundamentará en la superación del prohibicionismo y la despenalización del consumo”, dijo el delegado de las FARC, Rodrigo Granda, que leyó las propuestas a la prensa a su llegada al Palacio de las Convenciones de La Habana, sede de los diálogos de paz entre esta guerrilla y el gobierno de Colombia.
Esto “implica privilegiar medidas y acciones tendientes a la regulación gradual y diferenciada del consumo, incluida su legalización, atendiendo sus impactos y usos”, indicó.
Para ello “se emprenderán los estudios especializados correspondientes, considerando el tipo de droga y experiencias internacionales, así como los derechos de los consumidores”, añadió Granda.
Destacó que los consumidores deberán ser tratados “como víctimas de la empresa criminal transnacional del narcotráfico; se proscribirá su estigmatización y persecución, y se garantizará la descriminalización del consumo”, tras subrayar que las FARC consideran que “es la ilegalidad de este negocio, lo que lo hace atractivo nacional y internacionalmente”.
Las propuestas, que también incluyen que el consumo de drogas sea “reconocido como un problema de salud pública” en Colombia, fueron presentadas en el marco de los diálogos de paz que las FARC y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos adelantan en Cuba desde noviembre de 2012.
La guerrilla también reclamó a Santos la “financiación estatal de políticas” públicas para la “investigación, prevención, tratamiento terapéutico y rehabilitación” de los consumidores, así como acciones “contundentes” contra “las grandes redes de comercialización” y “sus principales beneficiarios”, así como “el ofrecimiento de alternativas económicas para quienes se encuentran involucrados en el llamado microtráfico”.
La delegación del gobierno, encabezada por Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a la prensa este martes.
Las negociaciones entre el gobierno y la guerrilla, que buscan poner fin a un conflicto armado de casi medio siglo, están centradas en el tema de las drogas, que es el tercero de la agenda de seis puntos.