El presidente estadounidense, Barack Obama, recibirá el viernes al Dalai Lama en la Casa Blanca a pesar del previsible enfado del gobierno chino que había reaccionado con indignación ante similar encuentro en el 2011.

“El presidente va a mantener una reunión con el Dalai Lama en tanto que líder religioso y cultural respetado internacionalmente”, declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden.

El encuentro estará cerrado a la prensa, lo que se interpreta como una muestra de que se trata de un tema diplomático sensible.

De todos modos, Hayden señaló que si bien Estados Unidos respalda al Dalai Lama, reconoce a su vez que el Tíbet “forma parte de la República Popular de China”.

“No respaldamos la independencia del Tíbet”, añadió la portavoz, quién precisó que Obama reanudará su llamamiento a un diálogo entre Pekín y el Premio Nobel de la Paz.

China se opone de manera rotunda a que los dirigentes extranjeros se reúnan con el Dalai Lama, a quien acusan de ser el organizador de los esfuerzos violentos para tratar de obtener la independencia del Tíbet.