El Parlamento ugandés adoptó este viernes un proyecto de ley que reprime la homosexualidad de manera draconiana, incluyendo la cadena perpetua para los reincidentes, informaron la prensa y activistas.

El diputado David Bahati, promotor de la ley, consideró que este “voto contra el demonio” es “una victoria para Uganda”.

“Estoy feliz de que el Parlamento haya votado contra el mal”, dijo Bahati, quien explicó que en la versión final del proyecto se había suprimido una clausula muy controvertida sobre la pena de muerte.

“Puesto que somos una nación que teme a Dios, valoramos la vida de manera holística. Estos valores explican que los diputados adoptaran este proyecto de ley, sin importar la opinión del mundo exterior”, añadió.

“Estoy oficialmente en la ilegalidad”, declaró tras el voto el militante homosexual Frank Mugisha.

La nueva ley debe someterse ahora a la probación del presidente, Yoweri Museveni.

El proyecto, iniciado en 2009, se encontraba en un “impasse” por las críticas recibidas a nivel internacional. El presidente estadounidense, Barack Obama, lo había calificado de “odioso”.

En principio, el proyecto incluía la pena de muerte para quien fuera descubierto por segunda vez realizando un acto homosexual, así como para las relaciones en las que uno de los miembros fuera menor de edad o portador del virus del sida.

La homosexualidad ya está prohibida en Uganda, pero esta nueva ley endurece las penas y criminaliza la promoción pública de las relaciones entre personas del mismo sexo, incluidos los debates de los grupos de activistas.