Este jueves por tercera jornada consecutiva se desarrolló el juicio contra una imputada por parricidio contra Nelson González Raíl de 57 años en Osorno.

En la oportunidad prestó declaración el tanatólogo del Servicio Médico Legal, quien manifestó en términos simples que la herida proporcionada por la imputada, no se configuraba como una herida mortal. Sin embargo, al no recibir atención médica en la oportunidad, se produjo el desangramiento por napas, comúnmente conocido por goteo, ocasionando la anemia aguda.

Mauricio Jeldres, médico Psiquiatra, manifestó que conforme a la evaluación realizada, la imputada es una persona con conciencia moral, pero que presenta problemas de alcoholismo, hecho que presuntamente le llevó a tomar una actitud abstracta frente al fallecimiento de su pareja.

La abogada querellante del centro de atención y apoyo a víctimas, Romina Bello, manifestó que con la prueba de cargo rendida, ellos buscan acreditar que sí existió intencionalidad en causar la muerte, más aún que no fue sólo un pinchazo o corte, sino que una puñalada de al menos 15 centímetros de profundidad.

Por lo anterior es que insisten en una pena de presidio mayor en su grado máximo, a pesar de reconocer las atenuantes de colaboración e irreprochable conducta anterior, dado que no tiene antecedentes penales.

Bello añadió que sin embargo hay pruebas más que suficientes con los que acreditar la intencionalidad, ya que gran parte de los testigos y con los que la pareja compartía habitualmente, dieron cuenta de que la mujer era la agresiva y no la víctima, sumado a que se le habría escuchado en varias oportunidades manifestar su intención de matarlo.

No obstante ello, un punto que fue resaltado por el abogado defensor Iván Cárdenas, relativa a la declaración del médico Psiquiatra sobre su perspectiva, la que indica que podría considerarse una intención de lesionar, más que de asesinar.