China anunció el sábado la creación de una zona de defensa aérea en el mar de China Oriental, que incluye las islas controladas por Japón pero reivindicadas por Pekín.
La nueva zona de defensa aérea obligará a los aviones que pasen por ella a cumplir ciertas obligaciones y en caso de que no se respeten habrá una intervención armada, dijo el ministerio chino de Defensa en un comunicado.
Entre otras cosas, los aviones tendrán que proporcionar un plan de vuelo detallado, indicar su nacionalidad y mantener sus comunicaciones por radio de manera que sea posible “responder de manera rápida y apropiada a las peticiones de identificación” de las autoridades chinas.
La zona, según un mapa publicado en la página del ministerio de la Defensa, cubre parte del mar de China Oriental, entre Corea del Sur y Taiwán, donde están las islas Senkaku controladas por Japón y que China reivindica con el nombre de Diaoyu.
Japón no ha tardado en reaccionar protestando enérgicamente, notificando por vía diplomática que “nunca podrá aceptar la zona establecida por China”, y que ésta marca “una escalada” de las tensiones bilaterales en torno al archipiélago, lo que puede resultar “muy peligroso”.
Según la agencia nipona Kyodo, el viceministro japonés de Relaciones Exteriores, Akitaka Saiki, tiene la intención de convocar el lunes por la mañana al embajador chino en Tokio, Cheng Yonghua.
Las nuevas reglas están en vigor desde el sábado a las 02H00 GMT, indica el comunicado chino. Las fuerzas aéreas anunciaron por la tarde que ya efectuaron en la zona su primera patrulla regular.
Un portavoz del ministerio chino de Defensa aseguró que la creación de esa zona de defensa corresponde a las “prácticas internacionales ordinarias”, y que busca “proteger la soberanía del Estado” y “mantener la seguridad de las tierras y aguas territoriales”.
“Este tipo de zona, determinada fuera de los límites del espacio aéreo territorial, permite a un país identificar, vigilar, controlar y ocuparse de los aviones” antes de que entren en el espacio nacional, añadió el portavoz, recordando veladamente que Japón hizo algo así en 1969.
El portavoz aseveró que la iniciativa “no afectará la libertad de circulación en el espacio aéreo en cuestión”. Pero sí que podría reforzar los riesgos de un enfrentamiento imprevisto, teniendo en cuenta las numerosas incursiones recientes de guardacostas chinos en las aguas que rodean las Senkaku.
El ministro japonés de Defensa, Itsunori Onodera, advirtió en octubre de que esas incursiones chinas son “una zona gris” entre “tiempos de paz y situaciones de emergencia”.
Desde hace un año las relaciones entre Japón y China están en su peor momento por este conflicto territorial.
En septiembre, Japón nacionalizó tres de las cinco islas del archipiélago y provocó una ola de manifestaciones antijaponesas, algunas violentas, en varias ciudades chinas.
Desde entonces Pekín envía con frecuencia patrullas de guardacostas a las aguas territoriales de estas islas, situadas 200 kilómetros al noreste de Taiwán y 400 kilómetros al oeste de Okinawa (sur de Japón).