La presidenta argentina, Cristina Fernández, dio una fuerte señal de seguir siendo quién manda tras una licencia médica de 40 días al efectuar un recambio ministerial que mantiene el rumbo económico, incluso con la renuncia este martes de su mayor escudero, el polémico secretario de Comercio.
Un día después de la fuerte reestructuración, Guillermo Moreno, uno de los hombres clave del gobierno y responsable de la política de precios y cambiaria, presentó su renuncia, en un anuncio sorpresivo que deja abierta la posibilidad de nuevas modificaciones en el elenco oficial.
“La Presidenta ha reafirmado su liderazgo con los cambios en el gabinete y consolidando el modelo”, dijo el politólogo y analista Artemio López, de la consultora Equis.
El lunes, apenas regresada tras una operación craneal el 8 de octubre, Fernández designó como jefe de gabinete (coordinador de ministros) a Jorge Capitanich un gobernador peronista de gestión exitosa en la provincia del Chaco (nordeste), que se posiciona como uno de los presidenciables para 2015.
Otro nombramiento de relevancia fue el ascenso del hasta ahora viceministro de Economía, Axel Kicillof, para encabezar la cartera.
Ambos ministros asumirán el miércoles.
Moreno, de 58 años, ejecutor de la intervención del cuestionado instituto de estadísticas y controlador de precios, mercado de cambios e intercambio comercial con el resto del mundo, se alejó del puesto, luego de que la oposición y analistas le atribuyeran el fracaso de políticas económicas cruciales.
El gobierno perdió en los grandes distritos aunque conservó la mayoría en el Congreso En los comicios legislativos de octubre, en mitad del mandato de Fernández que finaliza en 2015, .
“Moreno tenia un area muy sensible de la economía que impactó en el resultado electoral. Su renuncia aporta a iniciar un nuevo camino en ese sector”, dijo el diputado progubernamental Edgardo Depetri.
“El paso al costado de Moreno quizás sea por la reacción de los mercados”, dijo a la televisión local el diputado electo por la opositora Unión Cívica Radical y ex vicepresidente de Fernández, Julio Cobos, un presidenciable para 2015.
Los mercados reaccionaron al nombramiento de Kicillof con preocupación, lo que provocó este martes un derrumbe de 6,55% en el índice líder Merval de la Bolsa de Buenos Aires, según operadores bursátiles.
Versiones publicadas por la prensa en las últimas semanas señalan a Kicillof, de 42 años, economista keynesiano que se convirtió en consejero de Fernández, como partidario de establecer al menos dos tipos de cambio oficiales, uno turístico y otro comercial, aunque podrían ser más.
En Argentina rige un duro cerrojo cambiario para la venta de dólares con destino al ahorro y un control de importaciones que causó malestar en socios comerciales del país.
“Un desdoblamiento del mercado cambiario podría formar parte de la agenda, aunque esa medida no tiene un destino de éxito asegurado”, dijo la consultora económica Finsoport.
Un foco de tensión se mantiene con la brecha que hay entre el tipo de cambio oficial de 6,00 pesos por dólar y los casi 10,00 pesos del mercado marginal.
“Los cambios en el gabinete muestran la necesidad de la presidenta de retomar el mando mostrando capacidad y sostenimiento de la iniciativa política”, dijo a la AFP la socióloga Graciela Romer, para quien la reestructuración del equipo económico “es una ratificación indudable del rumbo, con cambios cosméticos pero no de fondo”.
El nombramiento de Capitanich, gobernador de la provincia de Chaco (nordeste), en cambio, es “una señal clara de mayor delegación por parte de la presidenta porque será un jefe de Gabinete con poder territorial, con éxitos de gestión y candidato presidencial”, agregó la analista.
Kicillof, economista de formación marxista, profesor universitario con cara juvenil, descontracturado e informal en su vestimenta, es un niño mimado de la presidenta y fue el mentor de la nacionalización de la petrolera YPF, exfilial del grupo español Repsol, que aún reclama una compensación.
Kicillof “es una reafirmación del rumbo económico, un nombramiento claramente anti-mercado”, señaló Giacobbe.
La inflación real está en el orden del 26% anual según consultoras.
Kicillof es además un ferviente defensor de la intervención del Estado en la economía y del control del acceso a las divisas impuesto para frenar la caída de las reservas que actualmente alcanzan los 32.000 millones de dólares.