La jefa de gobierno alemán, Angela Merkel, pidió el lunes “aclarar todo” sobre las “graves” sospechas de espionaje de Estados Unidos a Alemania, previo a una sesión extraordinaria del Bundestag consagrada a ese tema.

“Las acusaciones son muy graves. Se debe aclarar todo”, dijo Merkel a los diputados, antes de la apertura del debate en la Cámara Baja del parlamento alemán.

Merkel, cuyo teléfono móvil fue presuntamente puesto bajo escucha por los servicios de inteligencia estadounidenses, estimó que “la relación transatlántica y las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio están actualmente puestas a prueba, ante las sospechas de que Estados Unidos recopiló millones de datos”.

“Se debe volver a crear un clima de confianza”, acotó Markel, antes de pronunciar un discurso sobre la asociación oriental de la Unión Europea (UE).

En la sesión extraordinaria del Bundestag consagrada al espionaje estadounidense en suelo alemán debe tomar la palabra el ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich, en nombre del ejecutivo.

Entre los temas de discusión figuran las consecuencias de este caso sobre las relaciones trasatlánticas y la solicitud de los Verdes de conceder asilo en Alemania a Edward Snowden, el exasesor de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense que filtró a la prensa información de inteligencia de su país.

El Gobierno alemán ya ha rechazado la opción de acoger a Snowden, que actualmente goza de asilo temporal en Rusia, pues se vería sometido a la presión de Estados Unidos para extraditarlo. Sin embargo, estudia la posibilidad de interrogarlo en Moscú.

En una tribuna publicada en el New York Times, previo a los debates del lunes, el diputado ecologista alemán Hans-Christian Ströbele, quien se reunió a finales de octubre con Snowden en un lugar secreto en Rusia, reiteró su pedido a Alemania de conceder asilo al fugitivo estadounidense.

“Sin él, Merkel sería aún blanco se espionaje, y el espionaje de diplomáticos, hombres de negocios y ciudadanos ordinarios aún continuaría”, escribió Ströbele, que se prevé tome la palabra en el Bundestag el lunes.

“Nosotros, los alemanes, debemos a Snowden agradecimiento y estima, así como una acogida permanente y segura en Alemania”, añadió, haciendo referencia a un “deber moral”.

Según un sondeo publicado hace unos diez días, los alemanes están divididos en cuanto a conceder el asilo político a Snowden: 46% están a favor y 48% en contra.

Sin embargo, la mayoría de ellos estima que el exasesor de la NSA es un héroe (60%), contra un 14% que lo considera más bien como un criminal.

Las relaciones entre Washington y Berlín, dos aliados cercanos, fueron puestas bajo prueba después de que salieran a la luz las informaciones sobre el espionaje estadounidense.

Los medios de comunicación de Alemania – un país marcado por dos dictaduras y en donde la opinión pública es extremadamente sensible a los temas de espionaje y de respeto de la vida privada – reaccionaron enérgicamente tras la revelación del caso.

“A los amigos no se los espía”, declaró Merkel en Bruselas durante la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, en octubre, después de que salieran a la luz varios casos de escuchas de Washington a países europeos.

A principios de noviembre, el 61% de los alemanes estimaba que Estados Unidos no era un socio digno de confianza.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, reconoció que existen “tensiones” con Alemania, pero aseguró que ambos países mantendrán una “relación fuerte”.