Divisiones internas en la Nueva Mayoría serán el desafío a superar de cara a la segunda vuelta y al trabajo cotidiano en la zona. Clanes en la DC, errores de las cúpulas nacionales y malas relaciones, amenazan la armonía local.

Las viejas pugnas al interior de la otrora Concertación se repiten en la Nueva Mayoría del Bío Bío. La disputa interna en la Democracia Cristiana se reprodujo en las urnas. Las malas relaciones entre los mismos falangistas siguen fracturadas y quedaron en evidencia con los magros resultados.

Esto los dejó con dos senadores menos por las malas decisiones, provenientes desde Santiago y la dirigencia de Ignacio Walker, según lo explicó el timonel local Martín Zilic, quien también se refirió a la actitud de la militancia en la zona con apoyos cruzados y entrega de cupos que les pasó la cuenta.

El que sí recogió triunfos fue Alejandro Navarro, quien con su trabajo junto a Clemira Pacheco del socialismo y Cristián Campos del PPD, conformaron un trío de campaña que llega en pleno al congreso. Pero reconoció las divisiones de la Nueva Mayoría y manifestó, al margen de eso, su voluntad para un trabajo con Jacqueline van Rysselberghe por la región.

Otro que celebró su regalo de cumpleaños, el día después de las elecciones fue Campos por Talcahuano-Hualpén, quien dijo vencer al poderío del Municipio hualpenino ligado al Riverismo y al de Talcahuano, con su dupla que no llegó al Congreso Raúl Súnico. Eso sí con los socialistas de Talcahuano está reconciliado, con Hualpén será oposición.

De ser necesaria una intervención política a Hualpén, ésta la liderará Campos, según lo manifestó junto con minimizar el protagonismo de la jefa comunal Fabiola Lagos, quien administra la comuna con otros dos alcaldes, Miguel y Marcelo Rivera, señaló el diputado reelecto.