El tifón Haiyan que arrasó a Filipinas hace una semana causó al menos 4.460 muertos, anunció la ONU el viernes, un balance que fue inmediatamente cuestionado por las autoridades filipinas.
La Oficina de coordinación de asuntos humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) precisó que había recibido esa cifra el miércoles de la Unidad operacional regional del Consejo nacional para la reducción y gestión de catástrofes naturales, pero el portavoz de este organismo, Reynaldo Balido, insistió en que el balance oficial seguía siendo de 2.360 muertos.
El presidente filipino Benigno Aquino había estimado el martes por su parte que el balance definitivo debía ser de 2.500 muertos.
La ONU había señalado anteriormente la posible muerte de 10.000 personas en la ciudad de Tacloban, capital de la isla de Leyte, una de las más afectadas por el tifón.