La fiscalía española se opuso este jueves a la imputación de la hija del rey Juan Carlos, la infanta Cristina, investigada por un juez de Palma de Mallorca (Baleares) por un presunto delito de fraude fiscal y/o blanqueo de dinero.
Según anunció el tribunal, la fiscalía estimó que “las meras conjeturas o sospechas no constituyen elementos válidos de imputación” en el caso de la investigación de la infanta, salpicada por el escándalo de corrupción que incumbe a su marido, Iñaki Urdangarin.
La hija menor del Rey, de 48 años y séptima en la sucesión al trono de España, ya fue imputada en abril por el juez que lleva la investigación, Jose Castro, por tráfico de influencias pero, a raíz precisamente de un recurso presentado por la fiscalía, se retiró la medida.
Sin embargo, a finales de mayo Castro abrió una investigación fiscal para estudiar un “posible delito contra la hacienda pública y/o de blanqueo de dinero” cometido por la hija del monarca y su esposo.
El magistrado pidió entonces “un informe sobre las cuentas corrientes que Doña Cristina Federica de Borbón y Grecia sea titular o aparezca como apoderada, bienes muebles e inmuebles, fondos de inversión, activos financieros y depósitos de los que sea titular”.
Además, el pasado 4 de noviembre el juez embargó la mitad del lujoso palacete que Cristina y Urdangarin compraron en el elegante barrio de Pedralbes de Barcelona, donde vivía la hija del rey hasta el pasado agosto cuando se mudó a Suiza dejando a su marido en España.
En el centro de la investigación se encuentra la actividad de Urdangarin como presidente del instituto Noos entre 2004 y 2006, una sociedad de mecenazgo fundada junto a su ex socio Diego Torres, a través de la que presuntamente malversaron 6,1 millones de euros públicos con contratos con la administración regional de Baleares y Valencia.
El escándalo, nacido con la imputación de Urdangarin a finales de 2011, ha lastrado hasta mínimos históricos la popularidad de la monarquía española, que también debe lidiar con los constantes problemas de salud del monarca, que la próxima semana se someterá a la novena operación quirúrgica desde mayo de 2010.