El jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, aliado del régimen sirio, afirmó el jueves que su poderoso partido armado seguirá luchando contra los rebeldes al lado del ejército del presidente Bashar al Asad.
“Hemos dicho en varias ocasiones que la presencia de nuestros combatientes en territorio sirio está encaminada a defender” a Siria “que apoya la resistencia” contra Israel, dijo Nasralá.
“Mientras este motivo exista, nuestra presencia allí está justificada”, afirmó el dirigente chiita, que se mostró en público por segundo día consecutivo con motivo de la ceremonia religiosa de la Ashura cerca de Beirut.
“Los que hablan de nuestra retirada de Siria como condición para formar un gobierno en el Líbano saben bien que es una condición irrealizable”, recalcó el jefe del partido.
“No negociamos la existencia de Siria, la de Líbano (…) por un puñado de ministerios”, dijo.
Líbano se encuentra sin gobierno debido a divisiones políticas entre el campo del Hezbolá y el de sus rivales sobre la guerra en Siria.
El Hezbolá, único partido libanés en disponer de un arsenal, afirma que su lucha al lado del régimen sirio tiene como objetivo combatir a “extremistas” sunitas que según él amenazan a las minorías religiosas como los chiitas y los cristianos.
El jefe del Hezbolá hizo estas declaraciones delante de decenas de miles de chiitas libaneses que respondieron al llamamiento del partido para conmemorar la Ashura, la fiesta religiosa más importante de esta comunidad.
La Ashura conmemora el martirio de Husein, nieto del profeta Mahoma muerto a manos de las tropas del califa de los omeyas en el siglo VII en Kerbala, lo que dio lugar a un cisma entre chiitas y sunitas.