La Casa Blanca advirtió el martes a los congresistas estadounidenses que consideran sanciones más fuertes contra Irán que obstaculizar la vía diplomática sobre el tema nuclear iraní puede dejar al presidente Barack Obama sin más opciones que usar la fuerza militar.
“Los estadounidenses no quieren ir a una guerra”, dijo el portavoz presidencial, Jay Carney, subiendo el tono del gobierno de Obama frente a los legisladores que han rechazado un acuerdo provisorio con Teherán.
Está muy seria puesta en guardia de la presidencia a la hora de dirigirse a los parlamentarios que quieren reforzar las sanciones contra Irán se produce tras el fracaso, el 9 de noviembre en Ginebra, de las negociaciones en marcha entre Teherán y las potencias del llamado grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania). Todos los representantes del grupo deben volver a la ciudad suiza a partir del 20 de noviembre con el fin de tratar de alcanzar un acuerdo provisional para detener el polémico programa nuclear iraní.
Carney advirtió que si los esfuerzos diplomáticos de Obama para solucionar la crisis nuclear fallan, o se ven bloqueados, restarán muy pocas opciones por delante, entre ellas la vía militar.
Las autoridades ya habían advertido que el nuevo tipo de sanciones que están siendo consideradas por senadores de ambos partidos en el Congreso podrían molestar y distanciar al equipo de negociación iraní, e incentivar a los partidarios de la línea dura en Irán que se opone al diálogo entre su país y Estados Unidos.
“El pueblo estadounidense justificadamente y comprensiblemente prefiere una solución pacífica que impida a Irán obtener un arma nuclear y este acuerdo, si se logra, tiene el potencial de conseguirlo”, explicó Carney.
“La otra alternativa es la acción militar”, añadió.
“El secretario de Estado será claro: establecer nuevas sanciones sería un error. Solicitamos en la actualidad una pausa, una pausa temporal en las sanciones”, insistió por su parte la portavoz del departamento de Estado, Jennifer Psaki, que anunció que Kerry enviará el mismo mensaje el miércoles al mediodía ante la influyente comisión bancaria del Senado.