El Día Internacional para la Reducción de los Desastres fue conmemorado este domingo con el descubrimiento de un trozo de escombros y una placa donada por la Fundación Alto Río a la ciudad de Concepción, momento en que se además se dio a conocer que la Fundación Rockefeller eligió a la comuna penquista para realizar un estudio sobre resiliencia de la zona ante una crisis, como la vivida el 27/F.

En la Plaza de Los Tribunales se entregó un trozo de lo que fueron las paredes y loza del edificio que se desplomó pocos segundos después del terremoto, en que murieron ocho personas.

En la placa se lee “que el dolor de la comunidad del Alto Río nos recuerde que hay errores que no se deben repetir y que aún en medio del dolor, es posible reconstruir un futuro mejor”.

A nombre de la ciudad de Concepción, el alcalde Álvaro Ortiz destacó que “nuestra ciudad, nuestros vecinos y particularmente las futuras generaciones tienen que aprender de los errores cometidos, para que nuca más tengamos que lamentar la pérdida de vidas. Debemos asumir que estamos en una zona sísmica y tenemos que trabajar para que nuestras construcciones soporten los embates de la naturaleza”.

Durante la ceremonia, se dio cuenta que dos especialistas de la Consultora Arup – International Development (Arup ID) arribaron a la Región del Bío Bío para llevar a cabo una serie de actividades sobre el tema de la resiliencia, un proyecto financiado por la Fundación Rockefeller.

Este estudio ha seleccionado a siete ciudades del mundo que han vivido experiencias importantes en términos de crisis y desastres: Cali, Colombia; Ciudad del Cabo, Sudáfrica; Concepción/Talcahuano, Chile; Nairobi, Kenia; Nueva Orleans, EE.UU; Semarang, Indonesia; y Surat, India.

El objetivo es examinar y comprender la resistencia de la ciudad, en la práctica cómo una ciudad y sus habitantes continúan realizando las funciones esenciales para el bienestar humano y la prosperidad económica en momentos de shock o estrés. Para esto se tendrán reuniones con los líderes municipales, la comunidad empresarial y la sociedad civil acerca de sus experiencias y expectativas durante, por ejemplo, una crisis económica, un brote de una enfermedad, un fenómeno meteorológico o un terremoto.