El presidente de Ruanda, Paul Kagame, denunció el viernes en Kigali las “injustas” sanciones estadounidenses por el supuesto apoyo que el país aportaría a la rebelión congoleña del M23, acusada de reclutar niños soldados.

Estas sanciones benefician a los “enemigos de nuestro país que intentan destruir lo que nosotros intentamos construir”, dijo Kagame en un discurso ante el Parlamento, durante la prestación de juramento de los nuevos diputados.

Estados Unidos anunció sanciones el jueves contra Ruanda debido al reclutamiento de niños soldados por la rebelión del movimiento M23 en la República Democrática de Congo (RDC), que Kigali está acusada de apoyar.

En virtud de una ley estadounidense de 2008 sobre la protección de niños soldados, Kigali no recibirá ayuda militar para el año presupuestario 2014.

“No entiendo por qué Ruanda es tratada de manera discriminatoria y con tanta injusticia”, se lamentó el presidente Kagame, estimando que “Ruanda está siendo juzgado y responsabilizado por los errores de otros”.

El ejército ruandés denunció también el viernes la decisión estadounidense.

“Es sorprendente considerar a Ruanda responsable de hechos que no han ocurrido en su territorio y que no están dentro de sus prácticas”, declaró el portavoz del ejército, Joseph Nzabamwita, en un comunicado.

“La decisión de incluir a Ruanda entre los Estados que utilizan a niños soldados no se basa en hechos ni en pruebas. En su calidad de socio del ejército ruandés desde hace mucho tiempo, Estados Unidos tiene toda la información para saber que nuestras fuerzas jamás han tolerado la utilización de niños en los combates”, añadió.

Los rebeldes del M23 están activos en el este de la RDC. El grupo está compuesto esencialmente de exrebeldes tutsis congoleños que integraron el ejército de la RDC cuando se firmó el acuerdo de paz en 2009.

Se rebelaron en abril de 2012, alegando que los términos del acuerdo nunca se respetaron.

La ONU acusa a Ruanda y Uganda de apoyar al M23, lo que esos dos países niegan.