De amor y venganza versa ‘El trovador’, una de las óperas más dramáticas de Giuseppe Verdi, que completó sus presentaciones en el Teatro Municipal de Santiago, con una lucida presentación de cierre de su elenco estelar.

Los cantantes chilenos, la mezzo soprano Isabel Vera (Azucena) y el tenor José Azócar ((Manrico); el bajo barítono chileno-cubano Homero Pérez-Miranda (Ferrando) y los argentinos, la soprano Mónica Ferracani (Leonora) y el barítono Omar Carrión (Conde de Luna), superaron esta vez la noche del martes, todo lo previsto, tras su débil actuación del pasado sábado 28.

En especial hay que destacar la notable participación de la soprano argentina Mónica Ferracani, quien brindó una Leonora de exquisita voz, llena de matices y profundamente compenetrada de su rol. La siguió en méritos el tenor nacional José Azócar, con una pasión desbordante y una combinación de potencia y dulzura en su voz, que brilló en todos los aspectos.

La mezzosoprano Isabel Vera como la sufrida pero vengativa gitana Azucena, dejó atrás una laringitis que la había afectado en su debut y salió del paso con una calidad vocal espectacular, con un tono de voz lírico, incluso agudo y un desplante a toda prueba, Su futuro se ve esplendoroso, ya que en el año 2014 proseguirá con su carrera en Alemania, cantando en la ópera de Frankfurt.

También cumplieron en forma adecuada con sus personajes, el Conde de Luna, del barítono trasandino Omar Carrión, con dos arias y varios duos de notable factura técnica y el Ferrando del bajo barítono Homero Pérez-Miranda, quien impacta con su voz en Latinoamérica y que próximamente cumplirá compromisos en las ciudades de Lima y Montevideo.

La Orquesta Filarmónica de Santiago dirigida en esta versión estelar, por José Luis Domínguez –Director Residente– de la agrupación musical, estuvo en lo suyo, al igual que el Coro del Teatro Municipal, dirigido por Jorge Klastornick, acompañando a la orquesta y los solistas, con gran intervención en los Coros de los Gitanos y de los Soldados.

La dirección de escena estuvo a cargo de Pablo Maritano, artista argentino de ascendente carrera –su ‘Rigoletto’, montado en el Teatro Argentino de La Plata, por ejemplo, le valió una nominación a los premios de la Asociación de Críticos Musicales de Argentina– y habitual colaborador del Teatro Municipal de Santiago. Esta producción contó además, con la escenografía e iluminación de Enrique Bordolini y el vestuario de Imme Möller.

La temporada lírica 2013 del Teatro Municipal de Santiago, se completará con funciones desde fines de mes a los primeros días de noviembre, con la puesta en escena de la ópera ‘El Elixir de Amor’, del italiano Gaetano Donizetti.