El jefe del Parlamento venezolano, Diosdado Cabello, aseguró este miércoles que un complot contra el presidente Nicolás Maduro está “en marcha” y responsabilizó a la “derecha” venezolana, al ex presidente colombiano Álvaro Uribe y al anticastrista cubano Luis Posada Carriles.
“¿Quién está detrás de esa operación? Posada Carriles (…) pero no es solo él, es una gran estructura. ¿Quién es el vínculo en Bogotá donde se han hecho más de tres reuniones? El ex presidente colombiano Álvaro Uribe, ligado al narcotráfico y el paramilitarismo”, acusó Cabello desde el Palacio Legislativo, en Caracas.
El presidente del Parlamento aseguró que Posada Carriles, ex agente de la CIA, estaría actuando junto a un empresario cubano anticastrista residente en Miami, quien sería “amigo de la derecha venezolana”.
“Eduardo Macaya Álvarez estaría al frente de estas operaciones que incluirían más de cien hombres y un capital de más de dos millones de dólares”, precisó.
Hace una semana, Cabello dijo tener pruebas “contundentes” de un presunto plan de magnicidio orquestado por la oposición.
El gobierno ha advertido en varias ocasiones sobre supuestos planes para atentar contra la vida de Maduro, tal como lo hacía frecuentemente el fallecido exmandatario Hugo Chávez.
Los primeros anuncios del presunto plan los denunció Cabello en junio, cuando dijo, como este miércoles, que de materializarlo “se trataría de un acto de guerra” que resultaría en una reacción “contundente” de parte del gobierno y del pueblo.
Días antes, el ministro de Justicia Miguel Rodríguez había informado de la detención de nueve paramilitares colombianos que llegaban a Venezuela con el supuesto objetivo del “magnicidio” y aseguró que el plan estaba fraguado por la “extrema derecha” venezolana.
El ex vicepresidente y ministro de la Defensa de Chávez, José Vicente Rangel, también denunció en junio que la oposición estaría comprando 18 aviones en Estados Unidos para una “conspiración” contra el gobierno de Maduro.
Caracas acusa a Posada Carriles, de 85 años, de ser autor intelectual del ataque con bomba de un avión cubano en 1976 -que dejó 73 muertos-, y ha solicitado su extradición a Estados Unidos, a cuyo gobierno acusa de protegerlo.