La seremi del Trabajo en la región de Los Lagos, Andrea Rosmanich, sostuvo que no era negativo el resultado de un estudio que reveló que un 65% de los trabajadores chilenos estaría dispuesto a irse a trabajar a otro país, en caso de conseguir un nuevo empleo. La cifra apareció en la última edición del Workmonitor, estudio trimestral de tendencias del mercado del trabajo realizado por la consultora multinacional de Recursos Humanos, Randstad.

Es así como la autoridad señaló que las personas que aseguraron irse al extranjero, en miras de mejoras en sus expectativas laborales, tendría relación con su aspiración a lograr un mejor currículum, no siendo éste un signo negativo, a pesar de las posibilidades de perderse mano de obra de nuestro territorio y capacitada por las universidades chilenas.

Rosmanich argumentó por otra parte, que seguramente son los grupos de jóvenes y matrimonios de este sector los que tendrían mayor anhelo de emigrar. Por ello, insistió en que la investigación se destacaría producto que muestra que son más los chilenos que podrían estar capacitados para competir en el extranjero.

No obstante, se refirió a de qué forma se podría potenciar el trabajo en Chile, con el objetivo que el capital laboral se desarrolle dentro de él.

Ante esto, Rosmanich, al ser consultada por su parecer ante el aumento de sueldo mínimo en nuestros país, se limitó a señalar que en esta materia es el Ministerio de Hacienda el que debe referirse, al no ser un ítem en el que el Ministerio del Trabajo tenga injerencia, añadiendo, eso sí, que lo que se busca es remunerar de la mejor forma a los trabajadores chilenos.